Una mujer decidió dejar el carro en su casa y salir a pie a ver la película de la 1:00 p. m. en el Fine Art Cinema de Hato Rey. Y con todo y que salió a pie, o tal vez precisamente por salir a pie y no en carro, llegó antes de tiempo.
Cuando entró a la sala a esperar a que comenzara su película la pantalla no estaba en negro ni las butacas vacías. El teatro estaba lleno, y tal vez al principio no se percató, pero las personas que lo poblaban eran, en su mayoría, directoras y actores, productores y demás personajes de la escena cinematográfica local quienes veían juntos la exhibición de sus propias producciones.
Y todas eran cortometrajes -documentales o de ficción- de cinco o diez minutos, producidos durante el 2011 con el auspicio de la Corporación de Cine de Puerto Rico, quienes en colaboración con Caribbean Cinemas los presentaron juntos y corridos, en una misma sala, bajo el nombre "Micros 2011".
En total se presentaron diez cortos, algunos de los cuales narran historias de la ciudad y la cotidianidad, como la historia de Saúl Dávila, un vendedor ambulante de Azucenas que recorre las calles de San Juan. En ese corto, dirigido por Claudia Calderón y titulado precisamente Azucenas, se va de la tierra en donde se siembra la flor ha los mitos de los clientes urbanos de Dávila quienes ven en la azucena un talismán para atraer la paz, la suerte y hasta el dinero.
También se presentó Brega Bien, un micro documental dirigido por Janice Mejías que muestra como un grupo de jóvenes adolescentes de la comunidad Las Monjas de San Juan encuentra, gracias a un proyecto comunitario, una herramienta de comunicación -la producción cinematográfica- que los empodera y les permite romper con la invisibilidad a la que los somete la vida marginal del barrio en la ciudad.
Desde otro ámbito, pero también en la urbe, se exploró la necesidad de una forma de transporte más eficiente y la urgencia de que se implementen las políticas necesarias para crearlo. Esto se vio en dos cortometrajes sobre el mismo tema: el transporte en bicicleta.
Tanto en Suda, pedalea, siente el viento, de David Moscoso, como en Una vida en dos ruedas de Alfredo Richner, se documenta el aumento del uso de la bicicleta en el área urbana y el estorbo que representa para su desarrollo como medio de transporte efectivo la infraestructura del área metropolitana y la falta de conciencia ciudadana sobre el uso de este vehículo.
Entre el público que veía estos cortos se encontraba Aníbal Santana Merced, quien tuvo la oportunidad de salir del presidio para ver el documental que trata sobre su vida y que lleva por título su propio nombre: Aníbal, dirigido por Marel Malaret.
En este micro Aníbal cuenta, desde la cárcel, como a los 11 años tuvo que robar porque en su casa no había nada para comer y como a los 12 o 14 tenía ya su propio punto de drogas y cargaba una pistola en la cintura. Luego, en la cárcel -la única vía que tenía segura a parte de la muerte- comienza a escribir cartas para su hija, y a través de un taller de literatura que ofreció en presidio una profesora de la Universidad de Puerto Rico, Aníbal llega a publicar su primer libro. De esta forma, a través de la palabra, Aníbal "sale" de la cárcel a la que está condenado por casi medio siglo y en la que ha pasado los últimos 13 años.
Además de la cotidianidad y la realidad cruda como la de Aníbal, también se presentaron cortos de ficción. En estos la mayoría de los actores y actrices eran emergentes, aunque también se vieron caras reconocidísimas, tan reconocidas que incluso se repitieron, como la de René Monclova quien apareció en dos de los cortos. También se vio, en pantalla y en una de las butacas apreciando las producciones, a Jacobo Morales y a Johanna Rosaly. Los dos aparecieron en Medio Minuto, de David Noris Agosto, una historia de amor nostálgica sobre la memoria y el pasado.
De hecho, el amor fue el tema también de las demás ficciones, como en Aguacero de Mayo de Juan Carlos García, una historia sin diálogos que narra una pérdida familiar y el tránsito de una joven que pasa de una casa albergue a la vida de pareja juvenil.
!Arroz, Aloj!, de María F. Beltrán, presenta una historia cómica sobre una pareja formada por un joven chino y una mujer puertorriqueña que pasan por el momento incómodo de presentarse a sus respectivas familias. La comedia también se vio en Fracturas Múltiples, de Joaquín O. González, donde una mujer amenaza con lanzarse desde un edificio y un hombre que está enyesado de pies a cabeza en la cama de un hospital sale con todo y vendaje a tratar de rescatarla.
En esta presentación también hubo un toque de ciencia ficción con el corto The Love Paradox, dirigido por Ian Lim Allen, el cual trata sobre un hombre deshecho por la pérdida de su esposa y quien, encerrado en la oscuridad de su hogar, intenta escuchar transmisiones radiofónicas para probar su teoría de viajar en el tiempo.
Al final de la presentación, los directores y directoras pasaron al frente y contestaron preguntas y escucharon comentarios del público.
Fue en ese momento en que la mujer que había llegado a pie y antes de tiempo contó su historia, y explicó que encontraba una casualidad tremenda el hecho de haber llegado caminando al cine y allí encontrarse con un documental que cuestiona el excesivo uso del automóvil mientras presenta la bicicleta como una forma de transporte alternativa. Entonces su pregunta fue qué se puede hacer para mejorar la infraestructura y hacerla más viable para este tipo de transporte. Nadia Barbarossa, directora ejecutiva de la Corporación y quien fungió como anfitriona de la presentación, contestó que esos cortos los verán personal del Departamento de Transportación y Obras Públicas y que espera que estos tomen alguna medida inspirada por estos cortometrajes.
Otra persona presente preguntó que si alguno de los directores y productores de los cortos presentados había considerado pedir ayuda económica a la Corporación para la Difusión Pública (Canal 6). Ninguno lo había hecho y la mujer cuestionó entonces qué se está haciendo con el dinero de esa Corporación. A esto otra persona contestó preguntando si la Corporación tenía dinero para esos fines. El año pasado el Canal 6 transimitió los cortos de Micro 2010. Pero la difusión de estas producciones a un público amplio pudiera estár limitada.
Esta actividad donde se presentaron, por ejemplo, no fue abierta a todo el público, había que estár en una lista para poder entrar a la sala. Además, en este momento no hay información de si se transmitirán las producciones de Micro de 2011 por el Canal 6 y Barbarrosa explicó que por ahora los cortos irán a "una sala de espera". Recordemos también que la Corporación de Cine de Puerto Rico es propietaria de los derechos de proyeccción y distribución de las producciones, por lo que incluso sus directores deben pedir permiso antes de presentaralas en cualquier lugar, ya sea en un festival o una plaza pública. Donde único tienen derecho a colocar sus produccines los cineastas auspiciados por la Corporación es en la web.