Mara Negrón creía fielmente en la necesidad de la memoria, pensaba que la lectura de un libro puede cambiar a una persona. Por eso enseñaba, motivada además por una búsqueda, la exploración de nuevas formas de pensar que, como escribió una vez, "solo aparecen en el mundo cuando leemos a nuestros predecesores".
Nunca tuve el placer de tomar uno de sus cursos ni de conocerla, pero leía sus columnas y recuerdo que en una ocasión, hace unos tres o cuatro años, asistí a una presentación que ofreció en la Librería Norberto González en Río Piedras. Hablaba sobre el Mayo francés, el mítico '68 y el París donde se educó y doctoró en la Universidad París-VIII en 1989, y donde falleció hace apenas unos días, a sus 51 años, a causa de leucemia.
Negrón realizó su investigación doctoral con la dirección de la escritora y teórica feminista Hélène Cixous y publicó su primer libro en 1997: “Une genèse au féminin: La pomme dans le noir de Clarice Lispector”. Desde el 1996 fungió como catedrática de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, donde impartió cursos en los departamentos de Humanidades y el Departamento graduado de Literatura Comparada. También dirigió, desde el 2008, el Programa de Estudios de la Mujer y Género de la UPR. Publicó la novela “Cartago” y la compilación de ensayos “De la animalidad no hay salida: ensayos sobre animalidad, cuerpo y ciudad".
En una entrevista escrita por Alba Gómez Escudero para Diálogo Digital, Mara Negrón explicó que su pensamiento estuvo grandemente influido por la vertiente francesa del pos-estructuralismo, con la que tuvo contacto directo en Francia.
Además de académica, Mara fue columnista activa que colaboró con varios medios de comunicación. Entre ellos, la revista 80grados, donde publicó artículos sobre política, representaciones de género, literatura, violencia, y el Caribe. Su última columna fue publicada hace menos de un mes, el 1 de junio, y en ella habló sobre la elección de François Hollande y la vuelta de Francia al socialismo.
Mara Negrón también fue colaboradora de Diálogo, entregando columnas tanto para la versión impresa como para la digital. En ellas escribió sobre varios temas, como en la columna “Retrato de un votante”, publicada en la edición de enero 2005, donde declaró que los comicios electorales del 2004 marcaron el fin de algunas ideas que vertebraron la división de los partidos políticos en Puerto Rico. Ahí habló, además, sobre el elector globalizado, los límites democráticos del acto de votar y declaró que:
"El atentado del 11 de septiembre fue el evento que cerró esa postguerra fría y que marcó nuestra entrada en el siglo veintiuno con miedo, con terror". Añadió que, "la globalización no toma en cuenta el bienestar social, que fue la prerrogativa de los llamados estados nación, sino el control de mercados a nivel global".
Sobre la situación local Negrón observó que: "El progreso en Puerto Rico, sigue estando asociado a la construcción salvaje de proyectos de infraestructura. Nunca se asocia ni con la educación ni con la salud ni con proyectos a largo plazo, seguimos viviendo de lo inmediato y de la improvisación".
De igual manera, en 2006, escribió sobre la “Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural”, en la que identificó un tono "casi teológico" que llevaba, al fin y al cabo, a lo que sería una contradicción para la diversidad cultural: el purismo y el esencialismo.
En medio de la huelga estudiantil de enero del 2011, reflexionó sobre la violencia policiaca, y ahondó sobre una imagen que le impactó: "la fuerza desmedida de la policía con sus cascos, sus uniformes… sus cuerpos enormes, sus rostros anónimos en contraste con la vulnerabilidad de los desobedientes civiles".
Asimismo, en sus artículos se plasmó una preocupación constante por la importancia de la educación y el poco valor que los funcionarios del poder le dan a la enseñanza y a las humanidades. Por ejemplo, en su escrito "Some stuff as dream are madre of", escrito en medio de la huelga estudiantil del 2010, Mara apuntó:
"Constato una gran distancia entre lo que enseño y lo que hacen y dicen las instancias de poder que ostentan los cargos más importantes del país".
Con esa preocupación en mente, reflexionando sobre "el poder y sus efectos nefastos para el pensamiento", Negrón confesó que a veces alucinaba y, no sin cierta ironía, como aclara, se preguntaba: "…si los gobernantes, entre ellos la rectora interina de Río Piedras, Dra. Ana Guadalupe, han tomado los cursos de Humanidades, si han leído La Divina Comedia de Dante; El Mercader de Venecia; o Hamlet de Shakespeare; El Discurso del Método de Descartes…" Para después afirmar, con orgullo, “Mis estudiantes, señoras y señores gobernantes, se leen esos clásicos".
Y luego, con el mismo tono provocador, vuelve a alucinar y se imagina tener en el salón de clases a ejemplares como Luis Fortuño, Marcos Rodríguez Emma y a Ana Guadalupe, para así adentrarlos a ese mundo ilustrado del que ella los veía tan distantes, he incluso como una amenaza: “…en estos días de desasosiego y de bancarrota de la palabra y del diálogo en la UPR, debido a la intervención del gobierno de Luis Fortuño, me pregunto qué sentido tiene lo que enseño a mis estudiantes”.
Esa voz punzante y esa mente creativa, esa “escritura gozosa” que practicó, según afirmó, desde la libertad, fue la que se perdió pero es también la que queda y perdura, y la que seguirá contribuyendo al crecimiento de las memorias. Para esta y las próximas generaciones que quieran reflexionar sobre la contemporaneidad, Mara Negrón será una predecesora imprescindible.
Condolencias a través de las redes sociales
Desde ayer en la mañana colegas y amigos, profesores y estudiantes, de Mara Negrón escribieron en Facebook su sentir sobre la triste noticia del fallecimiento de la profesora.
“Atónito ante la muerte de Mara, amiga, colega, una de las voces intelectuales más fecundas del país. Otra pérdida terrible, otro golpe punzante”, Carlos Pabón, profesor de historia de la UPR-RP.
“La noticia de su fallecimiento ha sido una terrible sorpresa”, Juan Carlos Quintero Herencia, escritor puertorriqueño catedrático en Univesity of Meryland, College Park.
“Esta es una gran pérdida. Mara Negrón, agradezco su hermosa aportación a mi vida y a la Universidad. Descanse en paz.”, Michelle Rodríguez, artista, estudiante de literatura y cine de la UPR-RP.
“Esta mañana me he enterado de una terrible noticia. Hemos perdido a una excelente profesora e intelectual, pero sobre todo a un ser humano fabuloso. Nos deja su valioso trabajo como legado y un gran cúmulo de memorias con las cuales la mantendremos entre nosotrxs. Nos veremos en la otra orilla, Mara Negrón”, Iván Chaar-López, escritor y estudiante graduado de historia.
“Desde la distancia me entero de la muerte de Mara Negrón. A veces Facebook te da en la cara. La sucesión de mensajes es abrumadora. Lo leo una y otra vez y aún no lo creo”. “Pensaba que Mara, que de por sí era inmensa por su formación, generosidad (que no es cualidad común entre intelectuales), y rigor, era aún más grande en un lugar que demográficamente necesita de esas calidades que ella traía, porque somos un país pequeño. Su partida me hace apreciar aún más las buenas mentes que nos quedan, a pesar de no siempre estar de acuerdo con sus posturas, y te admito también que me hace despreciar aún más a los farsantes que quedan por ahí sin que nadie los confronte como corresponde”, Miguel Rodríguez Casellas, arquitecto y escritor.
“La conocí cuando yo dirigía Diálogo Digital. Una pensadora clarísima en los temas de género; leí sus ensayos y me sorprendió el enorme respeto que le tuvo al difícil trabajo que nos tocó hacer a mí y mi equipo de trabajo en Diálogo. La recuerdo junto a Rubén Ríos Ávila cuando presentamos el número 'Masculinidades en construcción'. Gracias Mara por tus palabras, por tus ideas”, Marcos Pérez, periodista, ex director de Diálogo.
Además, la abogada y profesora Érika Fontánez Torres, escribió en su blog Poder y ambiente:
"No hay palabras para describir la sorpresa, incredulidad y tristeza profunda que ha provocado la partida inesperada de Mara Negrón, intelectual de primer orden, profesora y defensora de nuestra Universidad de Puerto Rico".