Un estudio realizado por la Escuela de Profesionales de la Salud, la Escuela de Enfermería y la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), junto a investigadores del Programa de Asistencia Tecnológica de Puerto Rico, la Universidad de Ottawa y la Universidad Internacional de Florida encontró que el 58% de una muestra representativa de 211 adultos mayores que viven en las comunidades del Caño Martín Peña padecen discapacidades funcionales.
El estudio reveló que los adultos mayores de esta comunidad enfrentan discapacidades al realizar actividades diarias como caminar, vestirse o hacer tareas del hogar. Esta prevalencia es casi tres veces mayor en las mujeres que en los hombres y mucho mayor que la prevalencia de los adultos mayores que viven en los Estados Unidos, informó la Dra. Elsa M. Orellano, investigadora principal del estudio.
La investigación fue realizada junto a los investigadores Dra. Marta Rivero, Dr. Erick Suárez, Dra. Ivonne Z. Jiménez, Dr. Mauricio Lizama y el Dr. Nelson Varas Díaz.
“Estos hallazgos son de gran preocupación ya que estas discapacidades por lo general pasan desapercibidas por los profesionales de la salud dado el énfasis en el manejo de los síntomas de las condiciones crónicas y no en las dificultades funcionales que resultan de las mismas. Si estas discapacidades que experimentan nuestros adultos mayores en Puerto Rico permanecen sin ser atendidas, se aumenta el riesgo, particularmente en las mujeres, de que pierdan su independencia, aumenten sus hospitalizaciones y riesgo a caídas, de que sean institucionalizadas, y que experimenten hasta la muerte,” explicó la investigadora principal del estudio.
Dijo además que al analizar los datos por condiciones crónicas, el estudio expone que las mujeres con artritis reumatoide, dolor crónico de espalda y osteoartritis tienen una prevalencia de discapacidades en las actividades de la vida diaria dos veces mayor que los hombres con las mismas condiciones.
“Urge el desarrollo de programas, servicios y política pública dirigidos a aumentar el acceso de esta población a servicios basados en la comunidad que desarrollen destrezas de auto-manejo de las discapacidades funcionales y aumenten el acceso a los servicios de rehabilitación y uso de equipos asistivos como el uso de bastones, elevadores de inodoros, o calzadores de media es de particular importancia dado su potencial de aumentar la independencia, la seguridad y la calidad de vida de los adultos mayores que desean vivir en su hogar y comunidad el mayor tiempo posible. Sin embargo, el desconocimiento de los equipos asistivos, la cubierta limitada de los equipos por las aseguradoras de salud, la falta de disponibilidad de estos equipos en las comunidades y su costo son barreras reportadas por los participantes de este estudio para el acceso y uso de los mismos”, señaló la investigadora.
Los investigadores hicieron un llamado al desarrollo de alianzas entre las aseguradoras, los centros comunitarios de cuidado de salud primaria y la academia para aumentar el acceso de los adultos mayores de comunidades de bajos recursos a los servicios de asistencia tecnológica y vida independiente.
El trabajo investigativo fue realizado mediante una asignación de fondos del Instituto Nacional de Investigaciones en Enfermería (NINR) y la colaboración del G-8, Inc., el Fideicomiso de la Tierra del Caño Martín Peña y el Proyecto ENLACE del Caño Martín Peña.