Foto: Suministrada
El Centro para Enfermedades Inflamatorias del Intestino (CEII) del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), se unió a los esfuerzos de concientización sobre las Enfermedades Inflamatorias Intestinales. Esto, como parte del Día Mundial de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII), que engloba a la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, el cual se celebra hoy miércoles, 19 de mayo.
Como parte de este esfuerzo, del 17 al 21 de mayo, el edificio del RCM se ilumina de púrpura en apoyo a los pacientes de EII.
“En el Recinto de Ciencias Médicas nos unimos a esta iniciativa que busca crear conciencia y educar sobre las EII y la importancia de un diagnóstico temprano, tratamiento apropiado, reconocimiento de los derechos de sus pacientes, y apoyo de la comunidad para permitir que estos pacientes alcancen sus metas personales y profesionales y sean ciudadanos productivos con calidad de vida”, dijo la Dra. Wanda Maldonado, rectora del RCM.
La EII se caracteriza por épocas donde la persona tiene síntomas e inflamación intestinal (o sea, recaídas) y otras donde se siente bien (llamada remisión, cuando la EII no está activa). Se desconoce el origen de esta patología, aunque se cree que puede estar provocada por la interacción de factores inmunitarios, ambientales y genéticos. Es más frecuente en los países desarrollados y existe mayor predisposición en ciertas familias, a pesar de no ser hereditaria, explicó la Dra. Esther A. Torres, catedrática y directora del Centro para Enfermedades Inflamatorias del Intestino.
“Las Enfermedades Inflamatorias del Intestino (EII), Crohn y colitis ulcerosa, son condiciones crónicas cuya causa y cura son desconocidas. En Puerto Rico, el número de personas de todas las edades afectadas por estas enfermedades es cada vez más alto. Un estudio hecho por nuestro grupo demostró una prevalencia de 181.54 casos por 100,000 habitantes para el 2013, con un aumento significativo de casos en la última década. Las EII han aumentado también en niños, manifestándose desde la infancia. Los síntomas más comunes son dolor abdominal, diarreas, pérdida de peso y sangrado intestinal. Depresión, anemia y malnutrición son comunes”, agregó Torres.
Aunque hay muchos tratamientos, no son 100% efectivos, y muchos pacientes requieren de cirugía. El cuidado interdisciplinario integrado es la manera más efectiva de mejorar los resultados de la terapia. La vida de estas personas es impactada física, emocional y socialmente por la condición, resultando en pérdida de productividad, aislamiento social y discrimen, concluyó.