Un nuevo estudio dio a conocer las principales áreas dentro de la salud materna y reproductiva que necesitan mayor atención por parte de ginecólogos. El Informe Mundial sobre Salud Femenina fue presentado durante la celebración del Congreso Mundial de Ginecología y Obstetricia, que se llevó el pasado domingo, 7 de octubre.
"La meta del Informe 2012 – 'Mejorar la salud de las mujeres' – es concentrarse en estos temas más amplios, ampliando el foco para los profesionales más allá de las tradicionales funciones obstétricas básicas", comentó el profesor Sir Sabaratnam Arulkumaran, presidente de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO, por sus siglas en inglés) al presentar el informe ante el Congreso celebrado en Roma, Italia.
Añadió que "si bien el Objetivo de Desarrollo del Milenio 5 (ODM), abarca la reducción de la mortalidad materna y una mejora de la salud sexual y reproductiva, cada ODM ejerce un impacto sobre la salud de las mujeres: la erradicación de la pobreza, la igualdad de los sexos, la reducción de la mortalidad infantil, el HIV/SIDA, la tuberculosis y la malaria".
El ODM5 de las Naciones Unidas, establece dos objetivos: reducir la tasa de mortalidad materna (TMM) en un 75 por ciento entre 1990 y 2015, y lograr un acceso universal a la salud reproductiva.
Aunque los resultados indican una reducción en la mortalidad materna, a la fecha las tasas en muchos países no son lo que se esperaban.
Según un segundo informe, "Tendencias en mortalidad materna: 1990 a 2010", divulgado recientemente por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Banco Mundial, en 2010 hubo una cantidad estimada de 287 mil muertes maternas a nivel global, un descenso del 47 por ciento con respecto a los niveles de 1990.
Mientras, la TMM en 2010 fue de 210 muertes maternas por cada cien mil nacidos vivos, un descenso con respecto a las 400 muertes maternas por cada cien mil nacidos vivos en 1990. Cabe destacar que la TMM en las regiones en vías de desarrollo fue 15 veces superior a la registrada en las regiones desarrolladas.
"Las actividades médicas que deben implementarse para evitar la mortalidad y la morbilidad maternas son conocidas, pero no puede alcanzarse un avance global a menos que los gobiernos introduzcan políticas efectivas que permitan a las mujeres acceder a esa atención", explicó el profesor Arulkumaran.
"El Informe Mundial FIGO 2012 sobre el tema de la mejora en la salud de las mujeres aporta una amplia información que permite que todos puedan tomar medidas a nivel individual, institucional y profesional. Una sola organización o gobierno no puede llevar a cabo estas tareas. Además de la cooperación global de organizaciones asociadas, cada uno de nosotros debe asumir una cierta responsabilidad para mejorar la salud femenina", concluyó el profesor.