En medio del candente sol de las doce de la tarde en la Milla de Oro, dos turistas miraban anonadados al colectivo Sembrando Conciencia, quienes, con poca ropa y sus cuerpos pintados, le daban vida a la Marcha de la Juventud propulsada por los estudiantes del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR-RP) “Wow… no habíamos visto nada así…”, le decían los estadounidenses a los jóvenes de la Escuela de Artes Plásticas que, pintados con colores alusivos a la Madre Naturaleza, posaban cargando letreros que leían términos en letra mayúscula como ‘Pasión’, ‘Igualdad’, ‘Respeto’ e ‘Identidad’. “¿Y esta manifestación es por qué?”, preguntó a un joven activista el más alto de los dos turistas. “Es que el Gobierno de ahora ha despedido a decenas de miles de trabajadores públicos, además que sigue haciendo cosas para quitarle a los pobres y seguir dándole a los ricos”, le contestó el muchacho.
“¿Cómo? Pues entonces hay que protestar… en los sesenta lo hizo gente como Martin Luther King, jr. allá en Estados Unidos. Hay que luchar por los derechos de los pobres y las minorías”, manifestó el visitante afro-americano, que visitaba Puerto Rico para presenciar a su primo jugar con la Universidad de Roger Mason en el torneo de baloncesto de la NCAA ‘Puerto Rico Tip Off’, que arrancó ayer en el Coliseo de Puerto Rico, José Miguel Agrelot. Los nombres de los turistas no hacen falta, ni los pedimos ante lo ‘clichoso’ de las características físicas y de vestimentas de estos personajes. Lo que quizás podría reflejar esta anécdota es el compromiso de los pocos estudiantes que se dieron cita ayer en la mañana frente a la UPR de Río Piedras para participar en la Marcha de la Juventud que había convocado la organización Estudiantes en Defensa de la Educación Pública que lidera la joven Adriana Mulero. No fue tanta la asistencia de estudiantes en el día feriado y oficial, Día del Descubrimiento de Puerto Rico, si se compara con otras ocasiones, pero de que se hizo ruido, se hizo ruido. “Convocamos esta marcha en contra de la Ley 7 y por eso vamos en ruta a la Milla de Oro, pues ahí es que se encuentran los grandes intereses que manejan a este Gobierno”, expresó Mulero a Diálogo Digital durante plena marcha. Por su parte, Ian Camilo Cintrón, líder estudiantil del Movimiento Socialista de Trabajadores (MST), reafirmó durante la manifestación que “(el presidente del Senado, Thomas) Rivera Schatz, (el gobernador, Luis) Fortuño y (la presidenta de la Cámara de Representantes) Jennifer González son sólo marionetas de estos intereses”. Mulero aceptó que la asistencia de poco más de 200 personas a la marcha se debió a la copiosa lluvia de días recientes y a que los estudiantes se encuentran lidiando con sus clases y exámenes de este atropellado semestre, pero que “los que estamos aquí representamos a muchos más que por X o Y no pudieron llegar”, que “este es un día feriado para el Gobierno, pero no para la empresa privada; además que es un día simbólico para hacer manifestaciones como esta” y que “aunque ya este semestre seguirá no se descartará nada para el que viene, más con la gran posibilidad de una huelga general”. Quizás algunos prefirieron tomarse el día feriado para descansar, pero otros grupos e individuos decidieron decir presente en la marcha para respaldar a los estudiantes riopedrenses que ya contaban con la solidaridad de otros alumnos de los recintos de Arecibo y Humacao. Grupos como la Federación de Maestros de Puerto Rico y La Poza No se Vende, colectivo de ciudadanos en contra de la privatización de la playa Poza del Obispo en Arecibo, al igual que individuos como el líder sindical Luis Pedraza Leduc, apoyaron la marcha estudiantil. “Es grande ver el ímpetu de los jóvenes en un día feriado. Ojala así fuese en el resto de los grupos oprimidos de este País que necesitan protestar por sus derechos”, dijo ya llegada la marcha Pedraza Leduc, portavoz de la Coordinadora Sindical, con los estudiantes de fondo, piqueteando en la luz central de la zona bancaria de Hato Rey. Y es que la inventiva era amplia, como la de Sembrando Conciencia de Artes Plásticas. El ánimo iba más allá de los estudiantes. El grupo de teatro político Papel Machete impartió color combativo con su mariscal de batalla; llegó un señor vestido de corsario, en representación de los Corsarios del Caribe, un grupo que “educa mediante la recreación de la historia”; un joven decidió vestirse de payaso en representación de las “payasadas del Gobierno”. No obstante, el colectivo que mayor protagonismo consiguió, aún dentro de su propio antagonismo, fue la Policía de Puerto Rico. A eso de las 11:15 de la mañana un señor mayor que se encontraba en la acera de al frente del populacho Restaurant El Canario, y que ya parecía que a esa hora se había dado uno que otro ‘juanetacito’, dijo: “!Ea diablo! ¡Mandaron a to’ el cuartel!” Parecía que la comedia de errores del día anterior, durante el asalto en la santurcina tienda Mudafort, había obligado al despliegue de muchos efectivos para velar la denominada Marcha de la Juventud. La caminata se realizó con una escolta policial al frente de varias patrullas, mientras que el rabo de la misma tenía alrededor de ocho más, sin contar los numerosos efectivos a pie. En las esquinas llegando a la Milla de Oro, incluso desde el Hospital Auxilio Mutuo, había varios uniformados estacionados. Ya en la zona bancaria, una oficial ataviada con equipo y gafas parecidos a los de la muchacha de la película G.I. Joe tiraba fotos con una impresionante cámara Cannon de lente de al menos mil dólares. Y, durante casi toda la marcha, desde más o menos la luz del puente después de la parada Universidad del Tren Urbano, un señor moreno y grueso, con bigotito, gafas y su identificación colgando del pecho, se fumaba un Winston mientras grababa a los estudiantes con una digital bastante moderna. Miembros del comité de seguridad de la marcha dijeron a un oficial de alto rango que esa práctica atentaba contra los derechos civiles y el oficial de alto rango, que no pudimos identificar pero que aparentemente el jefe en ese momento, le dijo al camarógrafo “quédate atrás y sigue grabando”. “No me sorprende porque esa es su práctica. Hacen eso para provocar .Pero no nos vamos a dejar”, señaló Ineabelle Cruz, quien asistió a la marcha a acompañar y respaldar a sus dos hijas universitarias. “Hay que darse a respetar, por eso estamos aquí, porque esta política del Gobierno puede llegar a privatizar la Universidad, y hay que defender el derecho de nuestros hijos de estudiar”. Varias de las tomas hechas por los camarógrafos –tanto policías como fotoperiodistas, como el de Telenoticias, a quien los estudiantes le pintaron con spray la cámara por grabarlos- se centraron en las expresiones en graffiti hechas por los estudiantes en la ruta de la marcha. Claro, estaban los ya clásicos “No a la Ley 7”, “Gobierno fascista” y “Que la crisis la paguen los ricos”, pero, definitivamente, una de las más pintorescas del trayecto fue una que dejaron en el McDonald’s cercano a la Cueva del Chicken Inn: “McMierda”. En fin, la manifestación estuvo ahí, aún cuando en ocasiones parecieran más los policías que los estudiantes. Y al ya tradicional son plenero de “¡El que no brinque es Fortuño! ¡El que no brinque es Richard Carrión!” y “¡No me llames IUPI, llámame candela!” los estudiantes lograron su objetivo. A menos de medio kilómetro de la Milla de Oro, los manifestantes comenzaron a correr hacia la zona bancaria. En plena hora de almuerzo, la Milla de Oro estaba paralizada, y, según conversaciones de Diálogo Digital con varios empleados que veían la manifestación y que exigieron el anonimato, “ellos tienen el respaldo del pueblo”.