Hay personajes literarios que muchas veces dejan de ser personajes, para convertirse en personas. La tinta y la pulpa crean, llenan a través de la imaginación seres que cada vez más, resultan ser menos ficticios. Se construyen pues, los cimientos para que estos personajes se vayan ganando un cuerpo y ocupen un espacio dentro de eso que atropelladamente llamamos realidad. Este es el caso y, no otro, del detective policial Mario Conde, creado por el escritor y periodista cubano Leonardo Padura. Tan recientemente como este viernes, en el Decanato de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, y como parte de una serie de charlas que Padura ofrecerá al público de nuestra Isla, se llevó a cabo el conversatorio: “La figura de Mario Conde”. El Conde, como le llaman generalmente a este nostálgico antipolicía, quien además es un escritor postergado, apareció por primera vez en 1991 en la novela “Pasado Perfecto”. Ya suman seis el total de novelas en las que aparece. En las dos últimas, ya ha dejado la Policía para vender y comprar libros viejos. La figura de Mario Conde es querida, apreciada, y estudiada por muchos. Quizá el acierto mayor de este novelista galardonado con numerosos premios, entre ellos el Dashiell Hammett, es el de imprimirle a su detective rasgos descarnadamente cotidianos. “Siempre parto de elementos reales, es como una sopa a la que le sigues echando ingredientes”, dice. A Mario Conde lo conocimos relativamente joven. Ha pasado el tiempo y son concretos los cambios que ha sufrido el personaje en paralelo con la sociedad cubana. La misma se recoge casi íntegramente en la mirada de este reconocido escritor, quien actualmente es considerado como uno, sino el más reconocido y leído escritor cubano. Esta es una breve síntesis de la charla que se dio en el Decanato de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico. La semana que viene Diálogo publicará la entrevista que se le realizara al escritor cubano.