La Universidad de Puerto Rico en Río Piedras comenzó como la Escuela Normal, donde se entrenaban maestros que servirían para desarrollar el país. Más tarde evolucionó hasta convertirse en un centro de aprendizaje práctico y teórico, así como de investigación, para que ayudase a resolver los problemas de la población isleña y tuviera colaboración con otros países.
Todos sabemos que este escenario ha cambiado bastante y si nos detenemos analizar un momento, con un enfoque de sustentabilidad, nos daremos cuenta de que la UPR es un modelo a escala de Puerto Rico. Por lo tanto se requiere de un proyecto de reinvención y atemperación de acuerdo a los problemas existentes.
La sustentabilidad plantea que la especie humana, por ser la más desarrollada, es la que más daño a causado a su entorno, esto por sobrepasar la capacidad de carga, es decir demasiadas personas haciendo uso de demasidos recursos. Esto requiere, por lo tanto, disminuir la intensidad de uso comenzando por la variable de mayor peso que por lo general en la insustentabilidad es la energía utilizada para electricidad, transporte de bienes y servicios, y mantenimiento. Así vienen a mi mente dos palabras “energía renovable” y “retrofit”.
El proyecto que propongo consiste en utilizar los 30 millones de dólares que ofreció el Senado, u obtenerlos de un préstamo al Banco Gubernamental de Fomento a trato preferencial, sin eliminar los 40 millones que recientemente han estado en discusión pública. Con estos 30 millones se comienza a hacer una fase de “retrofit” y otra de transición a energía renovable.
El “retrofit” consistiría en cambio de alumbrado, controles, sensores, educación, ventilación, continuidad del sistema de enfriamiento, así como un diálogo con el personal relacionado y el resto de la comunidad universitaria. Se podría usar energía solar utilizando los techos y estacionamientos. Si hace falta más espacio, se podría utilizar el techo del tramo de la Avenida Piñero que divide al recinto. Es posible que haya potencial para energía eólica en algunos techos y borde de la Piñero. Se podría comenzar por el edificio que más energía eléctrica gasta, que es la Facultad de Ciencias Naturales.
Los jardines pueden ser utilizados para desarrollar un sistema agroforestal en todo el campus. Esto podría servir como complemento de estudio y trabajo a estudiantes desventajados. La universidad requiere de una forma más adecuada de contabilizar los recursos. Mientras que la totalidad del proyecto tiene el potencial de generar cientos de productos científicos.
En su totalidad, el proyecto obtendría reducción de costos que deben ser utilizados para reinvertir en calidad de la educación. Pero mientras el hacha va y viene cada uno puede poner su granito o roca de arena.
El autor es estudiante del Programa Graduado de Ciencias Ambientales de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras.