Cuando tu comunidad se une para usar métodos científicos en la solución de problemas locales, están practicando la ciencia comunitaria. La misma tiene importantes beneficios a nivel individual y colectivo. Al las personas escuchar sobre la ciencia, una de las imágenes más frecuentes que vienen a la mente es la de un científico estofón con una bata blanca y sustancias químicas en frasquitos de cristal haciendo experimentos secretos en un laboratorio. Esta imagen estereotipada no representa la realidad de lo amplia y extensa que es la investigación científica. Cualquiera puede hacer ciencia. No necesitas ser un genio, ni una bata, ni frasquitos de cristal. Lo que hace falta es curiosidad; interés en conocer la naturaleza y el medioambiente; habilidad para reconocer patrones entre dos o más eventos; y un compromiso para dejarte llevar por los datos y las observaciones en vez de tus opiniones o tu ideología. Uno de los ejemplos más progresistas de lo fácil que es hacer ciencia es el concepto de ciencia comunitaria. Bajo el liderato de personas interesadas en la ciencia o científicos locales, la idea de la ciencia comunitaria es tratar de resolver problemas locales de una manera razonada y científica. Por ejemplo, miembros de la comunidad pueden monitorear la calidad del agua en quebradas, ríos y embalses del vecindario; verificar que el agua de pozo no esté contaminada; practicar la agricultura de manera sostenible y con un mínimo de pesticidas; o implementar sistemas de energía alternativa para iluminar parques o centros comunitarios. La meta de los voluntarios no es necesariamente publicar artículos en revistas científicas que casi nadie lee, si no usar la información que se obtiene de una manera práctica para hacer una diferencia en la calidad de vida de la comunidad. Iniciar projectos científicos comunitarios no es nada del otro mundo. Algunos problemas que tu comunidad puede examinar y tratar de resolver incluyen: *¿Cuál es la mejor manera de ahorrar agua todos los días? *¿Qué pueden aprender los niños de los mayores con respecto a tu comunidad? *¿Cómo tu comunidad puede reducir el uso de combustibles fósiles? *¿Qué hábitos alimenticios pueden hacer que tu comunidad se mantenga más saludable? *¿Cómo tu comunidad se enfrentará al cambio climático? *¿Cómo tu comunidad puede evitar pérdidas de vida y propiedad debido a desastres naturales? *¿Qué recursos humanos necesitas para iniciar o sostener proyectos de ciencia en tu comunidad? *¿Cómo tu comunidad puede beneficiarse de un jardín o del cultivo de frutas y vegetales frescos? Los beneficios de practicar la ciencia comunitaria son muchos. En primer lugar, la comunidad se une y se conocen unos a otros mientras apoyan soluciones a problemas comunes. Además, las personas entienden mejor sobre las ventajas de estudiar el medioambiente y analizar alternativas de manera razonada y científica. Otro beneficio de la ciencia comunitaria es uno educativo para los niños de escuela, que podrían ver la ciencia como una carrera viable e interesante. ¡Qué mejor que tener a un vecino científico como una figura positiva y un ejemplo a emular, en vez de los antihéroes que muchos jóvenes admiran! Para acceder al texto original puede visitar: www.cienciapr.org.