Con el desarrollo del periodismo pos-industrial (vinculado al manejo de las tecnologías de la comunicación y la interacción con los públicos), ha alzado vuelo un nuevo periodista multitask, capaz de hacer muchas cosas.
Ya no es extraño ver a un informador que lleva en su mochila una cámara, una grabadora, un teléfono inteligente o una computadora, entre otros artículos, para llevar a cabo su trabajo. A continuación, presentamos los perfiles de cuatro profesionales que se adaptaron con éxito a las formas comunicativas de la transmedialidad.
La libertad del periodismo digital
Carla Minet Santos estudió en la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico en la década de los noventa. En ese entonces la gran revolución tecnológica estaba en pleno desarrollo y no se brindaban de forma generalizada las herramientas necesarias para desarrollarse dentro de las tendencias mediáticas digitales que estaban en crecimiento.
Aunque trabajo en algunos medios comerciales, su carrera se ha concentrado mayormente en medios independientes, donde ha tenido la oportunidad de desarrollarse en múltiples etapas del proceso de producción. Sobre esta experiencia expresa que en estos medios la producción de contenido y la toma de decisiones tienen un espacio más amplio para la discusión, así como la presencia de “un enfoque más de interpretación y análisis en los medios independientes”, en oposición al interés por producir “información pura” de los medios comerciales.
La periodista, que labora con 80grados y colabora con el Centro de Periodismo Investigativo, entre otras iniciativas, ha tenido que aprender a manejar blogs, páginas de internet, grabar videos, tomar fotografías y gestionar contenidos para “montar” un medio de comunicación virtual. Siente, además, que “los compañeros que trabajan en esos medios (digitales) están más ávidos y más aptos para manejar esos cruces de formatos informativos”.
Sobre este proceso de mutación profesional opina que “lo más satisfactorio es la libertad editorial y la posibilidad de impulsar temas, opiniones, agendas, intereses, que son cónsonos con mis intereses personales”.
Experimentar y contar historias
Llegó al periodismo por casualidad. Alex Figueroa estudiaba Relaciones Públicas en la Universidad de Puerto Rico cuando conoció a una estudiante de periodismo de quien se enamoró y se convirtió eventualmente en su esposa.
Ese proceso personal despertó su interés por la disciplina. Desde el año 2000 labora como periodista a tiempo completo, luego de tener su primera oportunidad en Diálogo, siendo aún estudiante. En ese momento se debatía entre el trabajo gráfico y la escritura, ya que llevaba a cabo ambos roles, por lo que la mutación al multitasking no le resultó ajeno.
Desde que salió de Diálogo ha trabajado casi ininterrumpidamente para Primera Hora. El cambio en el periodismo no lo tomo por sorpresa ya que el fenómeno de Internet ya estaba en pleno crecimiento. Aunque inicialmente el acceso a Internet era bastante limitado, recuerda que la masificación e interés del público obligaron a los periódicos a transformarse.
“El interés (por los contenidos digitales) vino de afuera hacia adentro. No había un libro escrito sobre el proceso, hubo mucha experimentación”, relata Figueroa ante cuestionamientos sobre el proceso de transición en la empresa para la que trabaja.
Dice que el multimedia le “permite contar historias mejor” y reconoce que es necesario manejar múltiples plataformas mediáticas para poder sobrevivir en la profesión. En ese sentido, manifiesta que las escuelas de periodismo deben darle más énfasis a la enseñanza y dominio de los nuevos medios.
Este artículo fue escrito como parte de una propuesta editorial para el curso de Teoría del Periodismo del profesor Mario E. Roche, Catedrático de la Escuela de Comunicación.