A menos de dos meses de las elecciones generales hay quienes califican como escasa la actividad política partidista a nivel masivo. Al parecer las campañas electorales enfatizan sus comparecencias ante la ciudadanía desde la pantalla televisiva, la radio o el Internet. Héctor Sepúlveda, profesor de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico (UPR), denota el cambio en el acercamiento de los políticos a los electores. “Ya no se ven tanto las visitas de los candidatos a las comunidades y a los caseríos para tener el contacto directo con la gente que es la que va a votar y que lo hacen como ir a la iglesia”.
Mario Roche Morales, profesor de la Escuela de Comunicación Pública de la UPR, apunta hacia una prominencia del medio de comunicación en las relaciones entre ciudadanía y candidatos políticos. “En la esfera pública lo mediático es protagonista. Los discursos, las imágenes y los relatos van a circular por diversos géneros narrativos. De ahí la presencia de los políticos en programas de comedia, entre otros, y en el ciberespacio como las imágenes que se recogen en YouTube. En el sitio de Internet, YouTube, por ejemplo, se mezclan melodramáticos vídeos que favorecen la figura de Aníbal Acevedo Vilá como líder, con otros que crudamente lo descalifican. Allí se encuentran además comentarios tanto de adeptos como de detractores, constituyendo así una especie de plaza pública en donde encontrarse y deliberar. Asimismo, las comparecencias de Acevedo Vilá, de Luis Fortuño y de otros aspirantes a puestos políticos a programas de audiencia popular han servido de plataforma para la presentación de sus ofertas electorales. Según Sepúlveda, “el político tiene que ir a buscar el voto y no le importa si el programa al que tiene que ir es de bochinche o chabacano, después que sea en horario estelar”. Para el profesor de comunicación, las actuales campañas políticas han girado en torno a ataques personalistas que encuentran terreno fértil en el imaginario de las clases menos educadas del país quienes “no leen demasiado y no conocen la historia de los partidos en Puerto Rico”.
De acuerdo con Roche Morales, lo que prevalece en las campañas políticas es una batalla por el relato. “Los candidatos tratan de establecer con nitidez lo que quieren que se constituya en el imaginario colectivo con respecto a su candidatura y su persona. Y lo hacen echando mano de los recursos del marketing político y del lenguaje de la ficción cinematográfica televisiva”, expuso. Por un lado, Aníbal Acevedo Vilá proyecta, de acuerdo con lo dicho por Roche Morales, un doble relato. “El primero es un relato de una persona que ha intentado llevar adelante un gobierno a pesar de la oposición y el boicot de una rama importantísima para administrar un país que es la legislativa. De otro, a raíz de las acusaciones en su contra, es obvio que una parte importante del relato de su campaña va a girar a que un voto por él es un voto contra la manipulación general de los procesos electorales en Puerto Rico”. En aras de respaldar éste último relato, el también ex director de noticias de Radio Universidad opina que “la imagen demacrada y descuidada” que el primer mandatario ha mostrado en apariciones públicas recientes se debe a una estrategia pensada para reforzar la versión de persecución política “de un hombre que batalla contra el imperio”. En lo que respecta al candidato para la gobernación por el Partido Nuevo Progresista, Luis Fortuño “su relato gira en torno al concepto del cambio que es un pie forzado histórico en las campañas electorales de todo el mundo y que usualmente funciona”, afirma Roche Morales. Añadió que este candidato “ha sido astuto en su esfuerzo por distanciarse de la historia de corrupción de su partido, aunque él haya formado parte de ese gobierno”. Para Roche Morales, el Partido Independentista Puertorriqueño no ha sacado el mejor provecho de su candidato. Edwin Irizarry Mora tiene mucho a su favor pues domina el importante tema de lo económico pero, según él, se enfrenta a “una sociedad profundamente decepcionada con los procesos sociales y políticos que ejerce su derecho democrático de una forma mucho más pragmática”. Además, el lema de “La opción radical”, en opinión del comunicador social, no es cónsono con la apariencia conservadora que tiene el PIP dentro de la izquierda nacional. Finalmente, Rogelio Figueroa, quien es la apuesta del novel Partido Puertorriqueños por Puerto Rico, es una figura “inédita en la política puertorriqueña y no está manchado con los vicios de la batalla partidista, independientemente de las anécdotas que quizá otros partidos han comenzado a circular”. Sobre sus spots propagandísticos, el profesor de periodismo menciona que “su enfoque en el tema ambiental y la autogestión energética es interesante en un país con un problema colonial que lo salpica todo”.
En el marketing político es importante establecer una empatía entre el elector y el candidato. En este sentido, Roche Morales explica que la ingeniería detrás de la imagen de los candidatos busca que se dé “algo que ocurre en el teatro y es la identificación catártica en la que tú te identificas con ese candidato porque ves en esa persona muchas cosas que se parecen a ti”. Es entonces cuando lo público y lo privado se confunden para dejar en un segundo plano lo que a simple vista se pensaría como determinante para que los ciudadanos decidan por quién votar. “El ámbito de la confianza y de la vida privada es tan o más importante que lo referente a las plataformas de gobierno, a las ideologías y a las políticas de estos aspirantes”, concluyó.