Con la administración entrante en los Estados Unidos, el panorama para América Latina y el Caribe es uno abierto a grandes enmiendas tanto económicas como políticas. Así lo consideró un panel de catedráticos de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en el Seminario “Las elecciones 2008 y las relaciones entre Estados Unidos, América Latina y el Caribe.” El evento, que contó con la moderación de Héctor M. Martínez Ramírez, director del Departamento de Ciencias Políticas, unió las mentes de José Raúl Perales, asociado del programa Latinoamericano de Woodstock Center en Washington D.C.; José Javier Colón, profesor de política; Juan Lara, profesor de economía; y Karin Wyland, directora del Departamento de Sociología y Antropología. Perales, quien enfocó su presentación en temas y no en países, dedujo por su experiencia, que las relaciones con Cuba, la migración, el comercio y el cambio climático son las prioridades que deben reformarse en el próximo cuatrienio bajo la dirección del presidente electo Barack Obama. “Una de las primeras acciones de la administración de Obama con respecto a América Latina tiene que ver con Cuba, porque constituye un símbolo muy importante con lo que tiene que ver la política estadounidense hacia la región y que ha fracasado. Hay un consenso bastante amplio de acuerdo al status quo con relación al embargo hacia Cuba, que no funciona”, detalló el asociado. Aún cuando todos los exponentes coincidieron en que la nación norteamericana dejó de ser líder a nivel mundial, ninguno descarta su influencia en la actualidad al ser eje de la crisis económica que ha afectado al Globo. Tomando como ejemplo la pasada administración de George W. Bush, según Colón, es necesario ensayar nuevos proyectos políticos que auguren alianzas productivas en el continente basadas en el respeto y en el multilateralismo. “Obama claramente ha reconocido la necesidad de dejar atrás ese legado paternalista en un nuevo contexto latinoamericano más diverso, heterogéneo y menos dependiente”, dijo Colón, quien claramente aportó a la discusión. Por su parte, América Latina ha adoptado la medida para calmar inversionistas, acentuando progresivamente la pobreza y desigualdad en gran parte de los países -como Chile- donde se planifica llevar a cabo un Programa de Estímulo Fiscal. “No es la responsabilidad exclusiva de Estados Unidos ni de los otros países del centro, pero son ellos quienes tienen el poder para impulsar o detener el proceso”, explicó Lara sobre el fin de alejar el espectro de la recesión para fomentar una estabilidad financiera. El economista enfatizó en que no sería correcto formular predicciones sobre las relaciones latinoamericanas con Estados Unidos, pero sí argumentó que, con el nuevo cambio de gobierno en el país anglosajón, existirá “la posibilidad de un diálogo centro-periferia que pueda abrir espacios de competencia para la protección del bien público global más importante de todos: la seguridad.” La Cumbre Puerto España 2009 será de suma relevancia para el presidente electo, al poner a prueba sus ideales de democracia a nivel regional.