Cartagena, Colombia – El teatro estaba lleno de seguidores que aguardaban como quienes esperan impacientes el inicio de un concierto, en este caso se trataba de una conferencia del escritor colombiano Fernando Vallejo titulada “Los crímenes del cristianismo”. De pronto llega el escritor escoltado por organizadores del evento y sube hasta la tarima toda negra con una mesa y una silla como únicos elementos de utilería. Un entusiasta aplauso se extinguió rápidamente en un silencio reverencial para dar paso a la conferencia del polémico escritor. Conferencia que leyó en su totalidad y cuya lectura incomodó a uno de los miembros de la audiencia quien interrumpió abruptamente la solemnidad del evento con un grito que decía “Fernando habla y no leas, te quiero escuchar hablar… ¿Por qué te escondes detrás del papel?”. A lo que el literato respondió que no se escondía detrás de un papel, sino que no se iba a meter al cuerpo múltiples documentos eclesiásticos con siglos de antigüedad a los que hacía referencia. Respuesta que entusiasmó al resto de la audiencia que ocupaba la totalidad de las butacas del Teatro Heredia y que aplaudieron de forma efusiva. En más de una ocasión, el público aplaudió los argumentos de Vallejo contra la Iglesia Católica o se reían de sus afiladas categorizaciones sobre papas, presidentes y la sociedad en general. El escritor colombiano, quien reside en México, ha publicado recientemente obras como “La puta de Babilonia” en la que plantea y documenta extensamente crímenes y omisiones ante genocidios de la alta jerarquía del cristianismo en el mundo. A continuación algunas de sus expresiones más agudas durante el “Hay Festival” de Cartagena de Indias, en Colombia:
Un intercambio breve de preguntas y respuestas con el público le siguió a su conferencia. Más bien intercambio de impresiones, como la de un espectador quien manifestó admiración por su obra literaria, pero desacuerdo con generalizaciones, ya que conocía el trabajo de sacerdotes católicos en África. Y otro que le cuestionó “tú no eres colombiano” a lo que Vallejo respondió “usted no sabe lo que yo soy”. El tiempo del evento se agotó en un abrir y cerrar de ojos. Si en algo no fallaron los organizadores fue en cumplir con la programación al pie de la letra. Un día más tarde, Vallejo entraba a la Librería “Ábaco” en el centro histórico de Cartagena donde un puñado de personas disfrutaba de la buena lectura, un café o un tinto de verano para aliviar el calor tropical de esta costa caribeña. Sin hacer mucho ruido se sentó en una de las mesas del fondo. Muy afablemente conversó con quienes se le acercaron y hasta firmó uno que otro libro con la dedicatoria “afectuosamente Fernando Vallejo”.