ATENAS (Reuters) – Cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) terminó en diciembre una sociedad televisiva de 52 años con la Unión Europea de Radiodifusión, preparó el escenario para una batalla por los derechos de los Juegos que podría llevar a la cita a la televisión paga. El COI ha sostenido durante largo tiempo que los Juegos deberían llegar a la mayor audiencia posible y su asociación con los emisores públicos europeos, que data de 1956, hizo exactamente eso: transmitir el evento gratuitamente a través de la televisión estatal. “Los derechos sólo son vendidos a los emisores que pueden garantizar la mayor cobertura posible en sus respectivos países”, señala el COI en sus documentos sobre transmisiones olímpicas. “A menudo, el COI ha rechazado ofertas mayores por los derechos de transmisión realizadas por cadenas de suscripción paga, o porque un emisor sólo podía llegar a una parte limitada de la población”, destaca. Pero con el rechazo de la postulación de la Unión Europea de Radiodifusión (EBU, por sus siglas en inglés) a los derechos por los Juegos de Invierno de 2014 y de los Olímpicos de 2016, el COI virtualmente dijo que los derechos europeos serán de quien pague más, ya sea un organismo público o privado. Los derechos por los Juegos de Invierno de Sochi del 2014 y los Olímpicos de 2016, cuya sede será decidida en octubre, ya han sido vendidos a la televisión paga en algunos países, con Sky Italia como titular de los derechos en ese país y Fox Turkey en Turquía, en acuerdos alcanzados por separado.
“En cierto modo, es una decisión racional para el COI. A medida que crece la penetración de la televisión paga, la balanza comienza a inclinarse a su favor”, dijo a Reuters el profesor Martin Cave, del Warwick Business School. Cave reveló que la estación de televisión paga Sky TV consiguió en Gran Bretaña decenas de miles de nuevos suscriptores en el último trimestre del 2008, pese a la crisis económica. “En este clima económico, los ingresos de la televisión paga también son ligeramente más seguros que las utilidades por publicidad. En estos momentos, las ventas por publicidad están por el suelo”, aseguró Cave. El COI, cuya mayor fuente de ingresos son los contratos por derechos de transmisión y que se espera que acumule cerca de 4.000 millones de dólares a nivel global para el período 2010-2012, ha dicho que las actuales condiciones no deberían influir en las negociaciones por un evento que tendrá lugar en siete años. Esa también es la razón por la que podría retrasar el cierre del trato por sus mayores derechos con una cadena estadounidense para el paquete 2014-2016, hasta que la ciudad sede de los Juegos del 2016 sea elegida en octubre. Chicago compite por ser la sede de los Olímpicos del 2016 junto a Tokio, Río de Janeiro y Madrid. Disgustada por el rechazo, la emisora alemana ARD, miembro de la EBU, ha amenazado con interrumpir la cobertura de deportes seleccionados en el período entre ambos certámenes si no logra obtener derechos de transmisión. “Las ideas del COI del valor comercial de los derechos de televisión son exageradas”, opinó el director de programación de la ARD, Volker Herres. “Si perdemos nuestros derechos de televisión para los Juegos del 2014 y el 2016, revisaremos nuestra participación para cada deporte entre esos Juegos”, expresó Herres. Dicha medida afectaría severamente el financiamiento de los deportes en momentos en que los presupuestos nacionales están siendo recortados debido a la crisis financiera. Los políticos teutones apoyaron los comentarios de Herres, afirmando que la emisora estatal hizo bien en no perseguir los derechos por los Juegos a ningún costo. La EBU, con 75 miembros activos, tiene los derechos para los Juegos de Invierno de Vancouver de 2010 y para los Olímpicos de Londres de 2012, tras pagar cerca de 740 millones de dólares. El COI habría querido que la EBU le pagara cerca de 1.000 millones de dólares por los derechos del paquete de Juegos 2014-2016.