Al parecer el fin de semana de San Valentín no fue uno muy amistoso para la Universidad de Puerto Rico. Manifestaciones pidiendo la renuncia del Presidente ante presunta mala administración, la continuación de la investigación legislativa en torno a posibles “gastos alegres” en la oficina de Presidencia, posibilidad de “amiguismo” en la otorgación de plazas y protestas en contra de dos proyectos de ley que plantean el aumento de la Junta de Síndicos: ese fue el saldo de malestares que rodea a la universidad del Estado en estos días. Todo comenzó con la investigación que realiza la Comisión de Educación de la Cámara de Representantes, dirigida por el representante novoprogresista Benito Márquez. Entre otras, se le acusa al presidente de la UPR, Antonio García Padilla, de haber asignado el 20% del presupuesto de toda la Universidad a la oficina de Presidencia y de incurrir en otros “gastos alegres”. A lo que el Presidente contestó con una carta abierta a la comunidad universitaria donde señaló que las acusaciones se basan en fuentes anónimas de poco fiar y prosiguió a enumerar diversos ejemplos de malentendidos en la administración del dinero como el que “se acusa a la administración de la Universidad de cargar gastos por $2.7 millones en tarjetas de crédito para sufragar actividades sociales. ¿Cuál es la verdad? Bajo la reglamentación institucional, se autoriza a los investigadores universitarios la utilización de una tarjeta de crédito para la adquisición de materiales y servicios para los proyectos de investigación en los que participan. La suma mencionada corresponde a usos que investigadores del Centro de Recursos para Ciencias e Ingeniería han hecho mediante ese proceso desde los años 1990”. Ante este debate público, el gobernador Luis Fortuño dijo que respeta la autonomía universitaria. “Le toca a la Junta de Síndicos descargar una responsabilidad, hay muchos de esos miembros de la Junta de Síndicos que son figuras conocidas y espero que ellos estén haciendo el trabajo que les corresponde”, se cita a Fortuño en un parte noticioso de Prensa Asociada. Al parecer la carta abierta del Presidente de la UPR no logró aplacar la situación ya que este fin de semana un grupo de estudiantes, profesores y personal no docente exigieron su renuncia debido a un supuesto patrón de “gastos alegres”. Mientras, la investigación legislativa sigue en curso y el representante Márquez afirmó que las acusaciones no se basan en fuentes anónimas sino en “documentos reales, copias de facturas, órdenes de compra y documentos generales que diferentes personas han traído” . Además afirmó que “en nuestra primera vista (pública) fueron los profesores los que acudieron y fueron enfáticos en sus planteamientos, por lo que las denuncias no son anónimas”.
Algo de lo cual los profesores se han expresado en contra son dos proyectos de ley provenientes directamente de la Legislatura, específicamente del senador Roberto Arango y el representante Waldemar Quiles, quienes presentaron dos proyectos individualmente para aumentar el número de miembros de la Junta de Síndicos. La Junta de Síndicos cuenta actualmente con 13 miembros, Arango propone aumentarlo a 31 y Quiles a 21, mas para la Confederación de Asociaciones de Profesores y Profesoras Universitarios (CONAPU) esto es inaceptable ya que sostuvo que los proyectos tienen una agenda política donde se beneficiaría al sector privado. La CONAPU propone en vez de eliminar la Junta de Síndicos y la oficina de Presidencia, “proponemos una Junta de Rectores que dirija el sistema de la Universidad de Puerto Rico y que sea electo por la comunidad universitaria y no nombrado por partido político” explicó Raúl Guadalupe, profesor en el recinto de Bayamón.
Por otro lado la presidenta de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios, María Gisela Rosado no descartó que el reconocido actor Teófilo Torres haya sido víctima del “amiguismo” cuando se le negó una plaza en el Departamento de Drama, adscrito a la Facultad de Humanidades, la cual fue ofrecida a Jacqueline Duprey. Torres, lleva diez años dando clases de actuación en el recinto de Río Piedras bajo un contrato por servicio (que paga menos y no tiene beneficios) y había solicitado a una plaza permanente que quedó disponible tras la jubilación de Idalia Pérez Garay, quien, junto a la directora de teatro Victoria Espinoza, lo recomendaron para la plaza. Por su parte, Duprey nunca ha dado clases en el sistema de la UPR, pero se ha señalado que es muy amiga de José Luis Ramos Escobar, decano de la Facultad de Humanidades, quien le dedicó a Duprey su libro “El olor del popcorn”, obra que la actriz representó con el personaje principal de “Fabiola”, en Venezuela.