JERUSALÉN (Reuters)Un intenso inicio de semana tuvo la esfera política de Israel. Declaraciones de cooperación por la paz con el gobierno de Obama, la remoción del delegado en las negociaciones en Egipto y la primera reunión entre rivales políticos con la esperanza de formar un Gobierno de unidad, acapararon la prensa local e internacional. Este lunes, bien de mañana, el Primer Ministro Ehud Olmert removió al principal representante israelí de las negociaciones de tregua con Hamas –que se llevan a cabo en Egipto- después de que éste hubiese criticado públicamente la estrategia del gobierno hebreo. Amos Gilad, asesor del Ministro de Defensa, Ehud Barak, había sido designado para intentar consolidar un cese al fuego del 18 de enero, que puso fin a un ataque israelí de tres semanas sobre el territorio de Gaza. En una crítica citada por un diario israelí la semana pasada, Gilad dijo que el Gobierno de Olmert tenía un enfoque inconsistente en las negociaciones, que corría el riesgo de “insultar” a los egipcios. “Fue totalmente poco profesional e impropio que un funcionario público atacara públicamente a su jefe”, dijo un miembro de la oficina de Olmert, anunciando que Gilad sería reemplazado como enviado a las negociaciones. Un colaborador de Barak respondió diciendo que Olmert hería los intereses de Israel al decidir “privarse de las habilidades y la experiencia de Amos Gilad”. “Esto demuestra que el Gobierno de ocupación sionista no tiene intención de llegar a un acuerdo por la paz o de concluir con un intercambio de prisioneros”, dijo Fawzi Barhoum, un portavoz de Hamas.
Al mediodía, Benjamin Netanyahu y Tzipi Livni –rivales políticos en las elecciones celebradas el pasado 10 de febrero- tuvieron su primera reunión en pos de lograr un Gobierno de unidad. Al finalizar la misma, los dos políticos acordaron sostener más conversaciones para lograr su objetivo, aunque Livni, ministra de Relaciones Exteriores, aseguró tener “diferencias sustanciales” con la postura de Netanyahu. Benjamin Netanyahu, recién nombrado Primer Ministro de Israel por el Presidente Shimon Peres, realizó una serie de declaraciones que cimbraron Medio Oriente y mucho más. Livni, también líder del partido centrista Kadima, dijo que ella y Netanyahu, “no alcanzaron ningún acuerdo y que hay diferencias sustanciales”, pero agregó que “es importante investigar si hay un sendero común”. La canciller acordó con Netanyahu que era urgente reunirse de nuevo y dijo a los periodistas en el hotel de Jerusalén donde se reunieron a puertas cerradas que “no hay razón para no hacerlo”. “La unidad es alcanzable, mediante el diálogo (…) eso es lo que vamos a hacer hoy, empezando con Kadima y mañana con el Partido Laborista”, dijo Netanyahu, quien previamente fue primer ministro, más temprano el domingo. Livni no ha descartado negociar un gobierno común pero dijo a los miembros del partido poco antes de las conversaciones que unir las manos con los 65 miembros de derecha del Parlamento que daban su respaldo a Netanyahu arriesgaba “traicionar la confianza de los votantes”. La funcionaria ganó el apoyo de su partido para discutir la oferta de Netanyahu antes de que los dos se reunieran. Dijo en una reunión de dos horas con los legisladores de Kadima que objetaría unirse a cualquier gabinete “cuyo camino no sea el nuestro”. En un comunicado, los legisladores de Kadima dijeron que la aceptación de las políticas centristas del partido sobre la paz y los temas nacionales era “una condición para que (el partido) se uniese a cualquier unidad de Gobierno”.
El líder derechista de Israel, Benjamin Netanyahu, prometió el domingo cooperar con Washington para alcanzar la paz en Oriente Medio, en momentos en que busca conformar una amplia coalición de Gobierno que podría amortiguar la fricción con la Casa Blanca. “Intento y espero cooperar con el Gobierno de Obama y tratar de avanzar en las metas comunes de paz, seguridad y prosperidad para nosotros y nuestros vecinos”, dijo a periodistas Netanyahu, educado en Estados Unidos. Recién nombrado Primer Ministro, Netanyahu ha dicho que quiere cambiar el foco de las estancadas conversaciones con los palestinos impulsadas por Estados Unidos, para dejar de centrarse en los duros temas territoriales y reactivar su economía, un enfoque que los líderes de la Franja de Gaza y Cisjordania rechazan. Aunque sin descartar un estado palestino, ha señalado que éste debe tener poderes limitados, asegurando su desmilitarización.