Con máscaras, títeres y fantasmas, profesionales en el campo de las bellas artes presentaron el pasado viernes en el Teatro-Estudio Yerbabruja, en Río Piedras, un concepto de autogestión cultural comunitaria que forma parte del proyecto Mapas de la acción cultural comunitaria y la educación artística de la maestría en Gestión Cultural. A través de la creación artística, profesores como Deborah Hunt, experta en creación de máscaras, y Aravind Enrique Adyanthaya, profesor de teatro en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), intentan lograr que las comunidades marginadas por la sociedad se conviertan en creadores de la cultura. Las exhibiciones de autogestión cultural dentro de la actividad “Inter-acciones creativas: encuentro de arte, educación y acción comunitaria” comenzaron con los visuales del trabajo de Hunt en comunidades de escasos recursos. En la exposición titulada “Más caras con máscaras: trabajo de máscaras y títeres en comunidad”, se mostraron las fotografías de la labor realizada con niños y jóvenes de residenciales. Según la Fundadora y Directora Artística de MASKHUNT Inc., una organización cultural sin fines de lucro, esta iniciativa nace para “proveer un espacio donde la gente pueda crear. Eso es muy importante para mí. Ha sido una de mis metas para los trabajos que quería realizar en Puerto Rico”. A través de esta labor comunitaria no sólo se intenta forjar nuevos artistas, sino que también se tiene la misión de crear conciencia sobre problemas sociales como son la piratería y la expropiación de las casas. Los niños de las comunidades que forman parte de este proyecto diseñan y crean tanto máscaras como vestuarios. Además, de participar de las fotografías con elementos de sombra. Hunt, quien posee 35 años de experiencia en la creación y presentación de trabajos teatrales originales, comentó, en entrevista con Diálogo Digital, que “antes trabajaba para el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) y eran ellos quiénes coordinaban el programa de las comunidades a visitar. Hoy día, trabajo independiente con mi compañía y somos nosotros quienes conseguimos las comunidades con las que vamos a trabajar”. Para la titiritera profesional, quien labora para el Teatro Yerbabruja desde el año 2000, las comunidades son “muy importantes” y hay que aprender a definirlas. Durante la exhibición, Hunt narró la experiencia que vivió con una familia a los que llamó “los muchos ortizes”, por la cantidad de niños que eran, para mostrar que los menores de estas viviendas públicas “sí son un ejemplo de comunidad y velan por la cultura del país”. Estos infantes se quedaron voluntariamente una noche velando la tarima donde se presentaría al otro día la actividad para que los “tecatos” no la vandalizaran. No sólo la Directora de MASKHUNT Inc. ha encontrado que existe solidaridad en las comunidades especiales, sino también el Director de la corporación sin fines de lucro Agitarte, José Jorge Díaz Ortiz. Díaz Ortiz también presentó su proyecto titulado “Agitación, solidaridad y protesta: el teatro de los trabajadores de Papel Machete”. El grupo Papel Machete, el cual dirige artísticamente Díaz Ortiz, utiliza muñecos y títeres hechos de cartón piedra (papier-mâché) para crear un teatro político y callejero como respuesta a la crisis de la sociedad civil, la falta de debate público y la necesidad de gestionar la acción comunitaria para combatir la apatía de grandes sectores de la población. Este colectivo, creado en el año 2000, se presenta en pasillos, salones de clase, plazas, centros comunitarios y hasta teatros para llevar su mensaje de rescatar los espacios de confraternización y protesta social. Recientemente, se presentaron con el hombre Rompe Huelga enmascarado en la pasada manifestación que llevaron a cabo los maestros de las escuelas públicas del país. También se hicieron presente en las elecciones del pasado noviembre de 2008, con la campaña “Ninguno para Gobernador”. Para ellos estas eran elecciones coloniales y no había ningún candidato adecuado para gobernar el país, por lo que propusieron la nominación del personaje enmascarado Ninguno. Durante la exhibición se mostraron las imágenes de las intervenciones que tuvo el grupo en estas distintas protestas. “Esto es un teatro político de calle que utiliza situaciones reales y las representa con humor para que la gente se identifique”, expresó el Director de Agitarte. Papel Machete se enfoca en trabajar con las comunidades para ofrecerles apoyo y solidaridad en los momentos de crisis llevando un poco de humor. “Nos visualizamos como un grupo que quiere hacer trabajo cultural. Representamos las realidades de las comunidades marginadas para crear conciencia en la gente y motivarlos a que tomen acción”, añadió Díaz Ortiz. “Utilizamos títeres para manipular el objeto y convertirlo en un sujeto. Somos nosotros los titiriteros los que controlamos la máscara para hacerle una crítica a las industrias de que los objetos no consumen a la gente, sino que las personas lo utilizan a su antojo y cuando quieren”, opinó este activista social.
Las máscaras de Hunt y los títeres de Díaz Ortiz no fueron los únicos artistas que se presentaron en Yerbabruja porque los fantasmas del profesor Aravind Enrique Adyanthaya se apoderaron del teatro. La música que simulaba tambores y las luces apagadas ambientaron el lugar para que los entes sobrenaturales se pasearan por Yerbabruja durante la exposición narrada del profesor de Teatro y Humanidades del RUM. Adyanthaya, quien es fundador y director artístico de la Casa Cruz de la Luna, en San Germán, mostró al público a través de visuales e imágenes los eventos, prácticas y anécdotas que marcan la visibilidad pública de la Casa como espacio sobrenatural. La Casa Cruz de la Luna es un área utilizada para arte experimental la cual ha servido como foro para discursos sobre arte, sociedad y teoría, conferencias, exposiciones, talleres, ensayos, proyectos de investigación y puestas escénicas. Para esclarecer las interrogantes acerca de la misteriosa casa, Diálogo Digital entrevistó al profesor Adyanthaya y a Raul Reyes, estudiante del RUM y artista del grupo TeatRUM. “En esa casa vivía una familia hace muchos años y la dueña murió en la residencia. Desde ese momento, la gente que se ha hospedado en la casa ha expresado que escucha voces y ruidos extraños. El problema es que cuando la compañía de Adyanthaya comenzó a utilizar la residencia para sus ensayos en 1998, los vecinos de alrededor de la casa, pensaron que nosotros éramos un grupo espiritista por los ruidos que hacíamos”, comentó Reyes. La imaginación del profesor de teatro del RUM lo ha llevado a crear una compañía profesional de teatro experimental que tiene como meta la utilización de la técnica de hablar y escribir simultáneamente y de intercalar la tecnología, la ciencia y el teatro para romper con lo tradicional. Cada una de estas compañías que se presentaron en el Teatro Yerbabruja se mantiene con donativos externos y con el trabajo voluntario de estudiantes y profesionales. Sus intereses no son vivir del teatro, sino gozarse la experiencia que les proveen las presentaciones artísticas. “No nos interesa ser organizaciones con fines de lucro. Operamos siempre desde negativos. Somos un teatro pobre”, dijo Díaz Ortiz. La próxima presentación que efectuará el Teatro Yerbabruja será “Titiriteros de Puerto Rico” el próximo 21 de marzo de 2009 para celebrar el Día Mundial del Títere.