Siete coches bomba que explotaron el lunes en diversos puntos de la capital de Irak dejaron al menos 37 muertos y decenas de heridos. El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, dijo que los ataques fueron un “regalo” de miembros del una vez omnipotente partido Baath de Saddam Hussein, aliado de Al Qaeda. El martes se celebrará el 62 aniversario de la fundación de ese partido nacionalista panárabe en Siria. “Las explosiones de los siete autos son un regalo del extinto partido Baath en memoria de su fundación, el cual fue un diabólico presagio para la nación iraquí”, agregó en un comunicado. Otro comunicado del consejo de la presidencia de Irak, encabezado por el presidente Jalal Talabani, expresó profunda preocupación sobre las explosiones y exigió acciones de las fuerzas de seguridad. Uno de los atentados se produjo en un popular mercado de Sadr City, una localidad de mayoría sunita musulmana en el este de Bagdad donde murieron al menos 12 personas y 65 resultaron heridas. Otro coche bomba estalló en una transitada calle del centro de Bagdad, cerca de un grupo de personas que hacía fila en busca de trabajo. La explosión acabó con la vida de seis de ellos e hirió a 17, dijo la policía. Horas después, el barrio del sur de Bagdad Um al-Maalif fue sacudido por dos estallidos separados en un mismo mercado, que causaron la muerte a 12 transeúntes y heridas a otros 32. Estos últimos ataques pusieron de relieve los desafíos que enfrentan las fuerzas de seguridad iraquíes mientras tropas de combate estadounidenses preparan su retirada para el 31 de agosto del 2010. Las últimas fuerzas del país norteamericano abandonarán Irak hacia fines del 2011. La violencia en general ha mermado drásticamente en Irak a niveles no vistos desde la invasión estadounidense a finales del 2003, pero extremistas, especialmente del grupo islamista sunita Al Qaeda, aún tienen capacidad de perpetrar ataques a gran escala, principalmente en la capital y en el norte. El anterior ataque mortal en Bagdad dejó 20 muertos el 26 de marzo. Evitar la explosión de coches bomba en las transitadas calles de Bagdad -un extenso laberinto de deteriorados edificios y paredes de concreto que aloja a millones de personas- es casi imposible. Otras dos explosiones se produjeron en el mercado de Husseiniya, en las afueras del norte de Bagdad, con un saldo de cuatro muertos, y en una calle en el este de la capital, en un atentado aparentemente dirigido contra un convoy de un funcionario del Ministerio del Interior en el que fallecieron dos de sus guardias y un transeúnte. “La explosión provocó graves daños en edificios e incluso hirió a varios niños”, dijo el comerciante Abdul-Jabar Saad sobre ese último ataque del cual fue testigo. “Dios maldiga a esas personas”, agregó. Luego, otra explosión dejó dos heridos en un mercado de vegetales en el sur de Bagdad.
Los ataques siguieron a una semana de arrestos de combatientes sunitas en Bagdad agrupados en el grupo conocido como Consejos Despertar (Majalis al-Sahwa en árabe). El Gobierno iraquí, encabezado por chiítas, insiste en que sólo está deteniendo a aquellos buscados por crímenes graves, pero los combatientes -muchos de ellos ex insurgentes- temen que busque liquidar a grupos sectarios. El analista Kadhum al-Muqdadi, un profesor de la Universidad de Bagdad, sugirió que las bombas podían ser un ataque en respuesta a los arrestos, uno de los cuales desató enfrentamientos hace más de una semana entre fuerzas iraquíes y partidarios de un líder Sahwa detenido. “Cualquier medida de seguridad implica el riesgo de una reacción”, dijo a Reuters. “Este podría ser el trabajo de Sahwas o de oportunistas que quieren explotar el tema”, agregó. Los Sahwas se cambiaron de bando y se aliaron a las fuerzas estadounidenses para combatir a Al Qaeda a fines del 2006, ocupando puestos de control y conduciendo allanamientos. Muchos han muerto en ataques insurgentes, por lo cual autoridades de Estados Unidos dudaron que estuvieran detrás de estas bombas. “Nuestra evaluación es que los ataques de hoy fueron un esfuerzo coordinado de Al Qaeda. Nada indica que (los combatientes Sahwa) hayan estado involucrados”, dijo el portavoz militar estadounidense teniente coronel Philip Smith. El portavoz de seguridad de Bagdad, Qassim al-Moussawi, dijo que los ataques “tenían las huellas de grupos ligados a Al Qaeda”. (Reporte adicional de Mohammed Abbas y Hadir Abbas; escrito por Tim Cocks; editado en español por Silene Ramírez)