Aunque el presidente Barack Obama no levante el embargo impuesto a Cuba desde 1962, para miembros de la comunidad cubana en Puerto Rico, académicos y puertorriqueños, la liberalización de los viajes a la isla supone un cambio de rumbo importante respecto a la política mantenida por las distintas administraciones estadounidenses en las últimas décadas. Según el profesor de la Universidad de Puerto Rico Emilio Pantojas, este paso es uno de apertura y mejora las relaciones entre el gobierno cubano y estadounidense ya que Obama, con esta desición, regresa al status quo que existía antes de la administración de George W. Bush. Igualmente, para Ángel W. Padilla, director de la Revista Disidente, este es el paso más importante que ha dado el presidente Obama en cuanto al tema cubano. “Nos alegramos mucho por la nueva imagen que brinda Estados Unidos al mundo y por el pueblo cubano que se nos hacía difícil visitar. Esto beneficia grandemente a los familiares cubanos y a la reconciliación entre el gobierno totalitario de Cuba y el gobierno estadounidense”, comentó Padilla.
Mientras, para el Comité de Solidaridad con Cuba (CSC) en Puerto Rico, aunque no niegan que es un paso positivo entienden que esto no se debe confundir como una liberalización total porque todavía los puertorriqueños y el pueblo cubano tiene las mismas restricciones de siempre. “Exigimos al gobierno de Obama que le ponga fin al inhumano bloqueo contra el pueblo cubano, eliminen todas las restricciones de viaje y se devuelvan a los cinco patriotas antiterroristas cubanos a su pueblo ya. Esa es la única forma que se atiende el reclamo mayoritario de los ciudadanos estadounidenses y de los pueblos del mundo. Esa es la única forma que se demuestra un cambio real respecto a la actitud fascista de la pasada administración de Bush”, denunció Milagros Rivera, presidenta del CSC. La idea con la liberalización de los viajes a Cuba es expandir las comunicaciones y el intercambio humano entre ambos países. Actualmente, existen vuelos directos entre Cuba y Estados Unidos, pero no son conexiones regulares de aerolíneas comerciales sino vuelos “charter”. Pero con el posible aumento de los viajes de cubano-estadounidenses a la isla es posible que las frecuencias aumenten y quizá hasta haya suficiente negocio como para establecer vuelos comerciales regulares. En cuanto a Puerto Rico, Rivera afirmó que liberar los vuelos de Puerto Rico a Cuba también representaría un cambio real en las políticas de gobierno de Obama. “Esto beneficiaría a Puerto Rico en muchos sentidos. Primero, no es un secreto que Cuba es muy fuerte en el deporte y que el intercambio deportivo con Puerto Rico aunque se da, ha sido altamente restringido por el bloqueo y en el área de la educación universitaria ayudaría a estudiantes boricuas a que ganen becas para estudiar en Cuba como para aumentar el intercambio de académicos y profesionales”, añadió.
Por esto, Pantojas considera que no sólo beneficiaría a la sociedad puertorriqueña sino al gobierno puertorriqueño, ya que habría la oportunidad de desarrollar más acuerdos bilaterales, al igual que la comunidad empresarial pues “estamos en un mundo nuevo en el que hay que mirar a Cuba con otros ojos y plantearse el comercio con el pueblo cubano”, dijo el también director de la Facultad de Administración de Empresas del recinto riopedrense. En cuanto al turismo boricua, Puerto Rico compite sólo parcialmente con el turismo cubano. “Cuba ofrece cosas que no tiene Puerto Rico y viceversa, así que no es una competencia directa ya que es un tipo de turismo distinto, quizás sí habría competencia en el turismo cultural porque es algo que Puerto Rico no ofrece”, aseguró el académico. Luego de cinco años de que los cubanos-americanos no pudieran viajar a Cuba libremente, el presidente de Estados Unidos anuló las restricciones impuestas por las cuales sólo podían viajar a la isla una vez al año. Con esta medida -más la eliminación de los límites impuestos al envío de remesas a sus familiares cubanos- los viajeros podrán llevar hasta $3.000 millones de dólares y se darán licencias para que los bancos faciliten el envío de dinero a familiares en la isla. Además, los cubano-estadounidenses, podrán llevar regalos como ropa, artículos de tocador, semillas, medicamentos y suministros veterinarios, equipo y artículos de pesca y equipo para fabricar jabones. Estos artículos estaban en la lista de “donaciones prohibidas”. Aún así, seguirán sin poder enviar remesas y regalos a los funcionarios del gobierno cubano y a los miembros del Partido Comunista.