Dos suicidas con chalecos explosivos se inmolaron el jueves en dos atentados diferentes en Irak, matando a 28 personas en Bagdad y a 32, la mayoría de ellos previsiblemente peregrinos iraníes, al norte de la capital, dijo la policía. La explosión en el centro de Bagdad tuvo lugar cuando un grupo de policías nacionales iraquíes estaban distribuyendo ayuda entre familias desplazadas de sus hogares por el derramamiento de sangre sectario y la insurgencia desatada por la invasión liderada por Estados Unidos en 2003. Cincuenta personas resultaron heridas y al menos cinco niños estaban entre los muertos, dijo la policía. “Fue un suicida. Obviamente tiene el sello de Al Qaeda”, dijo el portavoz de seguridad de Bagdad, el general Qasim Musawi. El segundo atentado se produjo cerca de Muqdadiya, a 80 kilómetros al noreste de Bagdad, en la volátil provincia nororiental de Diyala. El suicida pareció tener como objetivo un grupo de peregrinos iraníes que estaban en un restaurante. Se cree que la mayoría de los 32 muertos eran iraníes que visitaban santuarios chiítas en Irak, dijo la policía. Sesenta y tres personas resultaron heridas. La violencia en Irak ha caído drásticamente durante el último año, pero grupos insurgentes como Al Qaeda siguen llevando a cabo atentados frecuentes. (Traducido por Blanca Rodríguez en la Redacción de Madrid)