MEXICO DF (Reuters) – La epidemia de influenza porcina, ahora llamada H1N1, comenzó a darle una tregua a México, país que esta semana podría poner de nuevo sus motores en marcha tras varios días de parálisis en su vida pública y en parte de su economía. Aunque el Gobierno dijo que ya ha pasado lo peor y los casos de personas infectadas se han estabilizado, aún no se declara vencedor en la lucha contra el virus -mezcla de cepas porcinas, aviarias y humanas- y asegura que no se pueden descartar brotes posteriores. México, con 22 muertes confirmadas hasta el momento, es el epicentro de la epidemia, pero en el mundo se han extendido los temores a una pandemia de influenza H1N1 mientras siguen surgiendo casos en países tan lejanos como Nueva Zelanda. “Estamos confirmando que el virus entró a una etapa de estabilización y que, incluso, los casos comienzan a reducirse”, dijo el presidente mexicano, Felipe Calderón, en una entrevista transmitida el domingo por la noche. “No cantamos victoria, pero si esto sigue así (…) creo que el miércoles podremos recuperar (…) la vida normal de los mexicanos”, agregó. México cerró escuelas, restaurantes, cines, bares, discotecas, empresas, museos y hasta iglesias para intentar frenar el contagio, y ha exhortado a la población a no salir de sus casas si no es necesario. Las pocas personas que se ven en las calles caminan cubiertos con mascarillas. El gobierno mexicano ha decretado el miércoles 6 de mayo como fecha tentativa para reanudar actividades con “normalidad”. Las autoridades mexicanas han registrado unos 590 casos de infectados con el virus en todo el país, pero la mayoría se encuentra en la Ciudad de México y sus alrededores, zona urbana donde viven unos 23 millones de personas.
La Organización del Mundial de la Salud (OMS) llamó a incrementar la vigilancia sanitaria en humanos y animales en el mundo y dijo que 18 países han reportado 898 infectados.
Pero esa cifra no incluyó los reportes de casos confirmados en algunos países. El Salvador reportó el domingo dos casos confirmados con análisis y Colombia corroboró la infección en una persona. Después de que Costa Rica anunciara el sábado el primer caso de la cepa H1N1 en Latinoamérica fuera de territorio mexicano. A pesar de todo, casi todas las infecciones fuera de México han sido leves. Estados Unidos es la segunda nación más afectada por el virus, con 226 casos confirmados en 30 de sus estados, y ha sido el único país además de México en reportar alguna víctima mortal por la enfermedad. El director adjunto de los Centros para Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos, Richard Besser, se mostró optimista de que la nueva influenza podría no ser más peligrosa que una clásica gripe estacional, y Washington estimó que estaría lista una vacuna para el otoño boreal. En Europa, España se convirtió en el país con mayor cantidad de infecciones de la nueva influenza, al informar que los casos comprobados se duplicaron y llegaron a 40. El temor al virus ha llevado a algunos países a no tomar ningún tipo de riesgo. En China, decenas de mexicanos fueron puestos en observación por el temor a la enfermedad, lo que desató una protesta diplomática de México, que asegura que ese tipo de medidas son discriminatorias y no tienen justificación. China aseguró que no se trató de una situación discriminatoria, sino de una mera cuarentena médica. La cancillería mexicana dijo el lunes por la madrugada en un comunicado que enviará un vuelo en las próximas horas con escalas en varias ciudades chinas para repatriar a los mexicanos que quieran volver a tierra natal. “Este vuelo permitirá la repatriación de aquellos mexicanos que llegaron en fecha reciente a aquel país en un vuelo procedente de México, los cuales fueron rastreados y confinados por las autoridades chinas por lo que se describió como razones sanitarias”, sostuvo la dependencia en el comunicado. Argentina, Cuba, Ecuador y Perú prohibieron vuelos desde y hacia territorio mexicano para tratar de contener una expansión del virus, lo que también despertó el enojo de la cancillería de México. “Por desgracia estos casos se han presentado, y me parece o quiero pensar que han sido fruto de la ignorancia o la desinformación”, dijo el presidente Calderón. “No se puede contener (el virus) por decreto”, agregó. Los científicos aún intentan descifrar cómo se comporta el nuevo virus y lo comparan con las cepas de la influenza estacional, que provoca entre 250.000 y 500.000 muertes en todo el mundo cada año.