ROMA (Reuters) – El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha llevado sus problemas maritales a la cúpula política, y ha echado mano de los medios de comunicación para ahondar en sus diferencias –de todo tipo- con su esposa, con la que “no tiene planes de reconciliarse”, y a la que ha pedido que se disculpe públicamente. Su esposa, Veronica Lario, dijo durante el fin de semana que tenía previsto pedir el divorcio, días después de criticar públicamente a su esposo por elegir jóvenes atractivas para concurrir a las elecciones europeas. El polémico mandatario respondió a su esposa declarando al diario La Stampa que había ordenado a sus abogados que tomaran cartas en el asunto y no descartó una demanda por las palabras de Veronica. “A decir verdad, podrían darse las circunstancias para presentar una demanda por difamación, pero es mejor dejarlo”, dijo. También, Berlusconi habló con el diario Corriere della Sera, al cual declaró que lamentaba que su esposa hubiera “caído en la trampa mediática” de la izquierda italiana, y que era “poco probable” que pudiera salvar su matrimonio de 19 años. “No lo creo. No sé si quiero esta vez. Veronica debería disculparse públicamente”, afirmó Berlusconi. “Y no sé si eso bastará. Es la tercera vez que hace esto durante una campaña electoral. Realmente es demasiado”, apuntó. Berlusconi dijo que no creía que el frenesí mediático que rodea a su vida privada tenga impacto en sus índices de aprobación entre la opinión pública o en las elecciones europeas de junio. Berlusconi, magnate de los medios de comunicación de 72 años, defendió la elección que ha hecho su partido de candidatas femeninas, algo que su esposa castigó la semana pasada como “descaradamente de mal gusto”. “Nunca incluimos una corista en la lista y las tres que excluimos en el último minutos eran chicas muy capaces, con una educación excelente. Nada que ver con coristas”, explicó. “Veronica se ha creído muchas de las cosas inexactas que han aparecido en la prensa, desgraciadamente”, añadió. También se mostró indiferente respecto al enfado de Veronica por su presencia en la fiesta de cumpleaños en Nápoles de una mujer de 18 años. El político dijo que había aceptado asistir sólo ante la insistencia del padre de ella, un viejo amigo. “No hay nada raro en eso, ocurrió varias veces con cumpleaños y matrimonios”, dijo Berlusconi. Los seguidores de Berlusconi han criticado a Veronica, que apenas aparece con él y lleva tiempo viviendo en una casa aparte, por la última trifulca pública con su marido. Los dos llevan juntos desde hace 29 años, pero casados desde 1990. Berlusconi, el segundo hombre más rico de Italia, tiene tres hijos de 20, 22 y 24 años con Veronica. Sin embargo, son los dos hijos de su primer matrimonio quienes tienen un papel más destacado en el emporio empresarial. Su hijo Piersilvio es vicepresidente del grupo de medios Mediaset, mientras que su hija Marina preside el holding Fininvest y la unidad editorial Mondadori.