A raíz de la crisis económica mundial, empresas periodísticas de todas partes del mundo han tenido que realizar ajustes a los salarios y beneficios a los empleados para asegurar su supervivencia. El periódico El Nuevo Día, principal rotativo de la Isla por su tirada de ejemplares, ya anunció una posible reestructuración en sus operaciones. Aunque la empresa puertorriqueña aseguró que hace dos años había tomado unas decisiones claves para mantener a flote su diario, los directivos del medio consideran que será necesario realizar una reducción en el personal de redacción. En la edición de ayer de El Nuevo Día, María Eugenia Ferré Rangel, presidenta del periódico, expresó que se le propuso a su grupo de periodistas la alternativa de renunciar voluntariamente, y se les notificó que hay una posibilidad de comenzar a congelar los aumentos de sueldos y las aportaciones al plan de retiro 401K. Si los empleados no aceptan esta decisión, el periódico anticipa despidos de unos 100 empleados. Por otro lado, The Boston Globe, periódico estadounidense de larga trayectoria, también enfrenta una crisis financiera por causa de la merma en ventas y publicidad.
Según informes de prensa, The New York Times Co., co dueño de este diario desde 1993, le pidió a The Boston Globe que realizara ajustes que redundaran en un ahorro de $20 millones para poder mantener a flote el periódico. En su edición de hoy, The Boston Globe, que cuenta con una tirada 350,000 ejemplares diarios y fue fundado hace 137 años, aseguró que sus directivos y el principal sindicato del diario, Boston Newspaper Guild, lograron un acuerdo para salvaguardar la salud financiera de la empresa. Entre otras cosas, sus trabajadores aceptaron recortes sustanciales en sus salarios, vacaciones sin sueldo y modificaciones en otros beneficios.
Aunque situaciones como las previamente descritas son cada vez más frecuentes, reporteros y directivos de medios afirman que la prensa escrita no desaparecerá. El periódico español El País resaltó, en su versión en línea, que el director general de Google en España, Javier Rodríguez, no contempla el final de los periódicos tal y como hoy lo conocemos, aunque sí bajarán los números de diarios en papel. Este formato nunca morirá, aunque habrá una reducción notable, según el ejecutivo. Por su parte, el presidente de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico, Oscar Serrano, expresó estar de acuerdo con Rodríguez. “Creo que el periodismo va a existir, lo que está en crisis es una forma de hacer periodismo”, explicó Serrano, quien también aseguró que el modelo de papel se irá reduciendo dramáticamente en los próximos años. Para Serrano, esta situación subraya la necesidad de que las escuelas de comunicación y los estudiantes se vayan concentrando en una situación laboral que, en estos momentos, depende más de la autogestión que de tener un empleo en una empresa de comunicación. “Las escuelas y los estudiantes deben adentrarse en temas del empresarismo, de cómo montar un negocio, de mercadeo, de cómo vender sus servicios, porque el mundo se dirige a un mercado laboral de finanzas y profesionales independientes”, subrayó Serrano. No obstante, para la catedrática de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico Lourdes Lugo Ortiz, el éxito de la prensa escrita va más allá del comercio. Para que perduren, los rotativos deben cuidar y mantener la aptitud de sus noticias y reportajes. “Hay una correlación entre calidad y éxito. Sin calidad es muy difícil que un periódico sobreviva; no es simplemente obtener éxito comercial. Los periódicos tienen un público que toma decisiones a base de la prensa”, declaró la profesora de periodismo en el Recinto de Río Piedras. Para Lugo Ortiz, la competencia por subsistir no debe llevar al sensacionalismo en la prensa, ya que, a medida que la calidad desciende, las probabilidades de supervivencia se reducen. “Me preocupa que la calidad sea tan baja que sea innecesario leer los periódicos”, apuntó la profesora.