AMAN (Reuters) – El Papa Benedicto XVI aseguró -al dar comienzo a una gira políticamente delicada por Jordania, Israel y los territorios palestinos- que esperaba que la Iglesia Católica pudiera contribuir a la paz en Oriente Medio. En declaraciones en el vuelo que lo llevaba a Amán, el pontífice de 82 años dijo que los esfuerzos por conseguir la paz en la región se han visto bloqueados a menudo por intereses partidistas y que la Iglesia podría proporcionar ayuda espiritual en busca de una s’olución. “No somos una potencia política, sino una fuerza espiritual y esta fuerza espiritual es una realidad que puede contribuir a progresar en un proceso de paz”, dijo a periodistas en el avión del Vaticano. En su peregrinaje por Tierra Santa entre el 8 y el 15 de mayo, el Papa – de origen alemán- tendrá que buscar un difícil equilibrio entre las relaciones de la Iglesia con Israel y su apoyo a los derechos de los palestinos. La crítica posición del nuevo Gobierno israelí frente a una solución de dos estados para el conflicto ha tornado más delicado un posible comunicado de Benedicto XVI sobre el proceso de paz. Ambas partes del conflicto, además de Jordania, escucharán atentamente cualquier cosa que diga el Papa sobre el asunto, particularmente cuando visite un campamento de refugiados palestinos junto a la barrera que Israel ha construido cerca de Belén en la ocupada Cisjordania. En Jordania, Benedicto XVI visitará una mezquita – la segunda en todo su papado – y los lugares donde la Biblia dice que Jesús fue bautizado y Moisés vio la Tierra Prometida y murió. También celebrará una misa al aire libre y se reunirá con líderes religiosos. La segunda mitad de su viaje le llevará a Jerusalén y otros lugares bíblicos como Belén, en los territorios palestinos, y el museo del Holocausto Yad Vashem.