Hoy es el lunes negro para algunos consumidores y para quienes venden cigarrillos, vinos, cervezas, champán y hasta motoras. El luto, provocado por la ley de arbitrios – que entró en vigor hace unas horas- podría no ser un bálsamo para la economía del País, ni para el bolsillo del comprador. Aunque el secretario de Hacienda, Juan Carlos Puig, desconoce exactamente cuál será el precio final de los productos, en los cigarrillos, el aumento oscilará entre $1 a $10, por cajetilla y cartón, respectivamente. Sin embargo, la lata de 10 onzas de cerveza puede que suba de 5 a 30 centavos. Además de estos incrementos, el precio final de los artículos dependerá –en gran medida- del lugar en donde sean vendidos. Las motoras, por otro lado, aunque no encaran el 7% del IVU tendrán tasas que fluctuarán de 12% a 40%. Para el economista y profesor universitario, Manuel Lobato Vico, estos impuestos por sí solos no salvarán al Gobierno, sino que ellos son parte de un plan más amplio. “Este tipo de aumento es muy común”, explicó.
Los arbitrios se destinaron a bienes de consumo que son socialmente punibles. Lobato entiende que existe-a nivel general- un beneplácito social por esto. Si fuera, de otra forma, una pequeña subida de precio a la carne roja, por ejemplo, sería más rechazada. “En la economía los consumidores son sensibles a ciertos aumentos de precios y otros no…”, expuso. Esto no quiere decir que al consumidor le dé igual pagar más por una cajetilla de cigarrillos o una lata de cerveza, pero –como explica el catedrático- “lo hará como quiera”. No obstante, Lobato cuestiona hasta qué punto es válida la imposición de aumentos en el estado de recesión económica que enfrenta la Isla.
Aunque portavoces de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA) se han expresado preocupados ante estos impuestos, porque entre otras cosas, les inquieta que provoquen que el turista se lleve una mala imagen de Puerto Rico, pensando que en la Isla todo es costoso. Y que esa notoriedad disminuya las visitas. Para el economista, los arbitrios no van a suponer una merma en el turismo local. “No va a afectar el turista, que es en su mayoría estadounidense, éste no dejará de venir por los impuestos”, dijo. Él entiende que el turismo “ya caro” de Puerto Rico no se aquejará por estas medidas, pues el visitante está dispuesto a gastar y los precios “no subirán drásticamente”.
Los arbitrios afectan a la cerveza local, esta última –gracias a cabildeos de empresarios locales- había sido eximida de ciertos impuestos; la cerveza importada no. A partir de hoy la cerveza del País no será dispensada de los nuevos gravámenes. La situación se torna un poco más complicada, pues la cervecería India ha sufrido los embates de la crisis económica. De hecho, en enero cesantió a 60 empleados. Los despidos se efectuaron principalmente para ajustar los costos operacionales de la empresa. “Bajo la perspectiva neoliberal, no deben protegerse productos similares a otros. Por otro lado, la política pública, en un aspecto de generación de empleos parece indicar que este no es el momento más propicio para dejar de proteger el producto nacional”, argumentó Lobato. Para el economista, los arbitrios no son apropiados, ya que –en todo caso y bajo una visión neoliberal- deben ser impuestos en momentos de actividad de generación de empleos e industria floreciente. Aspectos de los cuales carece Puerto Rico actualmente. “Es una política económica con consecuencias sociales… los impuestos no han sido bien aplicados”, concluyó.