GINEBRA/LONDRES- El desarrollo de nuevas vacunas para combatir la influenza pandémica A H1N1 está marchando según lo previsto y las primeras aprobaciones de los reguladores sanitarios podrían concretarse en septiembre, pero –inicialmente- estaría disponible solamente en algunos países, informó el jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS). Marie-Paule Kieny, directora de la Iniciativa de Investigación de Vacunas de la OMS, aseguró que los fabricantes inicialmente informaron rendimientos escasos a la hora de desarrollar la vacuna, lo que había generado preocupación por el suministro, pero añadió que ahora eso está mejorando. Cabe señalar que en Puerto Rico, el otrora epidemiólogo del Estado, Johnny Rullán, había pronosticado que en el mes de noviembre, los puertorriqueños podríamos contar con una vacuna contra el virus A H1N1. Una de las cepas del virus usada por los laboratorios actualmente parece tener el mismo rendimiento que la vacuna estacional, mientras que los resultados iniciales para la inmunización pandémica A H1N1 indicaban que era sólo del 30 por ciento. “No quiero decir demasiado pronto que el tema se ha solucionado, pero realmente parece que hemos encontrado una forma de superar este problema”, confesó Kieny a periodistas. “Estamos en marcha con el desarrollo”, añadió. Los primeros resultados de los ensayos clínicos se esperan para comienzos del mes que viene y esas pruebas mostrarán si son necesarias una o dos dosis para brindar la inmunidad requerida, añadió la funcionaria. Además, ese será otro factor importante para determinar cuántas personas podrán vacunarse. Una vez que estén los resultados iniciales de los ensayos clínicos, los reguladores podrán autorizar desde el mes que viene la comercialización de las vacunas y se espera que los primeros países inicien programas masivos de vacunación, manifestó Kieny. El actual brote de gripe, declarado como pandémico el 11 de junio, es el de más rápida expansión y podría afectar en total -según estimaciones de la propia agencia de Naciones Unidas- a 2.000 millones de personas, lo que resalta la necesidad de contar con vacunas para su distribución lo antes posible. Los temores de que la cepa pueda volverse resistente al antiviral actualmente más empleado para combatirla, Tamiflu de Roche, destacan aún más la necesidad de contar con las vacunas rápidamente en el mercado. La inmunización contra el virus A H1N1 se aplicará en forma separada a la vacuna de la gripe estacional. Entre los principales fabricantes de vacunas contra la influenza se encuentran Sanofi-Aventis, GlaxoSmithKline, Novartis, Baxter, CSL y Solvay. La directora de la OMS, Margaret Chan, explicó que el virus A H1N1 es estable y que no hay signos de mezcla con otros tipos de influenza más peligrosos, como la letal cepa H5N1 de la gripe aviaria. Actualmente, los pacientes con síntomas leves generalmente no necesitan medicación para recuperarse y Chan destacó que las consultas en los hospitales no son necesarias a menos que el infectado con el virus presente ciertas señales de alerta. Entre esos signos de advertencia se encuentran la fiebre alta en los adultos y el decaimiento exagerado en los niños. Las mujeres embarazadas y las personas con problemas de salud crónicos, como la diabetes, también son vulnerables a desarrollar efectos más severos a causa de la gripe pandémica. La OMS pidió que las vacunas deben estar disponibles con rapidez y en grandes cantidades para tener el mayor impacto posible e insistió en que la aprobación rápida no amenazará la seguridad de las inmunizaciones. Las vacunas llegaron demasiado tarde durante las pandemias de influenza de 1957 y 1968 como para ser usadas masivamente, mientras que en la pandemia de “gripe española” de 1918, que causó la muerte de alrededor de 50 millones de personas, no se habían desarrollado inmunizaciones Por otra parte, en algunos sectores había aumentado la preocupación por los efectos colaterales graves y las 30 muertes observadas durante una campaña de vacunación contra la gripe porcina en 1976, en Estados Unidos. Kieny aseguró que los niveles de producción y pureza de la vacuna habían mejorado significativamente desde entonces, pese a que hay problemas de seguridad que podrían surgir durante una pandemia, cuando la vacuna debe aplicarse a escala masiva, aún cuando no se presentaran durante los ensayos. Por ello, la OMS aconseja a todos los países que administren vacunas pandémicas que lleven a cabo una intensa vigilancia durante las campañas de inmunización.