Hace 20 años, una película del subgénero gángster, llena de violencia y humor negro en partes iguales, fue presentada en la edición de ese año del Festival de Cannes por un cineasta llamado Quentin Tarantino. El nombre podría sonarles familiar.
Desde el icónico monólogo que imparte Jules Winnfield a un hombre que tiene una deuda con su jefe, el baile entre Vincent Vega y Mia Wallace en Jack Rabbit Slim’s, hasta la promesa de dolor que Marsellus Wallace le hace a Zed, Pulp Fiction se convirtió de una mera película independiente a un fenómeno que perdura hasta el día de hoy.
Con un elenco compuesto por Samuel L. Jackson, John Travolta, Uma Thurman, Bruce Willis, Ving Rhames y con breves pero memorables apariciones de Tim Roth, Harvey Keitel y Christopher Walken —y contando con el guion y la dirección de Tarantino— Pulp Fiction tomó por sorpresa a las audiencias y los críticos con su cruda representación de violencia en pantalla, su uso ininterrumpido de lenguaje soez y, sobre todo, sus frases que han logrado insertarse en la cultura popular hasta la actualidad.
Y es que Pulp Fiction se reformuló dentro un género que había estado dominado por piezas sobre gángsters como la serie de The Godfather de Francis Ford Coppola y Goodfellas de Martin Scorsese. En un artículo sobre la película publicado por la BBC.com, Ken Dancyger, profesor en la Universidad de Nueva York, destacó que Tarantino se enfocó en suavizar el tono gángster de Pulp Fiction, en hacerlo más juguetón y que no se tomara demasiado en serio.
Por esto, Tarantino les otorgó características a sus personajes, todos ellos involucrados de una forma u otra con el mundo criminal, que provocaban que la audiencia se identificara y hasta simpatizara con ellos. Aunque Jules y Vincent son maleantes, sus conversaciones triviales sobre cómo se le dice al Quarter Pounder de McDonald’s en París le dan una dimensión cotidiana a sus vidas.
Asimismo, cada actor aporta a su personaje algo que los hace únicos dentro de sus arquetipos, lo que mantiene al espectador interesado en el desarrollo y desenlace de cada uno. Ninguno es más importante que el otro. Inclusive, el personaje del cleaner interpretado por Keitel, así como Walken interpretando a Captain Koons, se vuelven parte integral de lo que es Pulp Fiction, a pesar de sus breves apariciones en pantalla.
Es precisamente en los parlamentos y diálogos de los personajes que la película tiene su mayor fortaleza. Frases icónicas de la escena popularmente conocida como "Ezequiel 25:17", que incluye líneas como “Does he look like a bitch?”, “English, motherfucker, do you speak it?!” y "I dare ya, I double dare ya, motherfucker", enunciadas de forma incomparable por Jackson, han hecho que Pulp Fiction trascienda, especialmente para las nuevas generaciones.
Tampoco puede olvidarse que Tarantino utilizó la técnica narrativa no lineal para lograr que Pulp Fiction se distinguiera entre otras películas que salieron ese mismo año, como The Shawshank Redemption y Forrest Gump. Aunque ciertamente no fue la primera película en contar los sucesos fuera de orden, sí logró popularizarla, a tal nivel que directores como Christopher Nolan y Gaspar Noé usaron narrativas no lineales (en incluso en cronología reversiva) en sus películas Memento e Irréversible, respectivamente.
A pesar de que tuvo sus detractores, por razones que varían desde su representación inescrupulosa de violencia hasta críticos que no se sorprendieron por el aparente fenómeno que veían en pantalla, Pulp Fiction se llevó la Palma de Oro, el premio más alto del Festival de Cannes, así como el Mejor Guion Original en los Globos de Oro, los Oscars y los BAFTA de 1994.
Esto le otorgó impulso a la carrera de Tarantino, cuyo debut directorial Reservoir Dogs, estrenado dos años antes, adquirió popularidad gracias a Pulp Fiction. Del mismo modo, Tarantino pasó de producciones de bajo presupuesto como Jackie Brown a películas grandes como Kill Bill, Inglorious Basterds y Django Unchained en años más recientes, pero sin perder su estilo establecido y su afición por la violencia, el lenguaje fuerte y el humor negro.
En honor a los 20 años de Pulp Fiction, entonces, deberíamos todos bailar el twist como John Travolta y Uma Thurman.