SANTIAGO- La Justicia chilena comenzó una serie de arrestos en bases militares tras dictarse un masivo procesamiento de 129 ex agentes de la policía secreta de la dictadura, acusados por un juez de participar en la detención, tortura y asesinato de 77 opositores entre 1974 y 1977. El procesamiento, el mayor en la historia del país por delitos a los derechos humanos durante la dictadura del fallecido general Augusto Pinochet (1973-1990), fue dispuesto por el magistrado Víctor Montiglio y suma los casos de tres operaciones distintas de represión de opositores. “Estamos investigando a todos los que han tenido participación, sin excepción, todos los que estuvieron en los cuarteles, cualquier manera que hayan intervenido o procurado favorecer la situación de impedir la libertad de las víctimas”, dijo Montiglio a periodistas. “Estamos mucho más cerca del final de estos casos”, agregó. La justicia chilena ha procesado o dictado cargos por violaciones a los derechos humanos ocurridas bajo el régimen militar a un total de 722 ex uniformados, que fueron miembros de los servicios de inteligencia de la dictadura. De esta cifra 277 se encuentran cumpliendo condena, según un documento oficial al que obtuvo acceso Reuters. Fuentes judiciales indicaron que es posible que el juez Montiglio anuncie nuevos procesamientos hasta subir a 200 el número de ex agentes involucrados en la investigación. “Creo que es importante lo que ha hecho el ministro Montiglio al procesar hoy a 129 miembros de las Fuerzas Armadas”, dijo Viviana Díaz, dirigenta de la agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y cuyo padre fue asesinado por agentes de la entonces Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). Más de la mitad de los procesados por el magistrado ya estaba siendo indagado por otros casos de crímenes durante la dictadura y algunos incluso ya recibieron condenas. Entre los casos en los que se involucró a los ex agentes está la Operación Cóndor, una acción coordinada de los servicios de inteligencia de los países del Cono Sur para eliminar opositores de izquierda a mediados de la década de 1970. “Nos parece muy importante para la sociedad en su conjunto, no sólo para las víctimas, el avance que puede hacer la justicia en esta materia”, dijo a periodistas la ministra portavoz, Carolina Tohá. Pinochet murió en el 2006 a los 91 años sin haber sido condenado por la justicia por las cerca de 3.000 personas muertas, como tampoco por las 28.000 que sufrieron torturas durante la dictadura, incluyendo a la actual presidenta Michelle Bachelet.