Las muertes a causa de violencia doméstica en Puerto Rico se acrecientan cada vez más, algunas de las razones tienen que ver con que las víctimas desisten en los tribunales a la hora de solicitar una orden de protección, permitiendo así al abusador poder acercarse para volver a maltratar. Y es que según aseguró la directora de la División de Violencia Doméstica de la Policía, Margarita George Marrero, el 50 por ciento de estos casos de abuso físico no progresan en los tribunales pues la víctima se retracta al solicitar el documento. Aunque muchos agredidos (hombres o mujeres) deciden acusar al victimario luego de una agresión física, la mayoría de ellos se arrepienten en la corte y continúan viviendo dentro del ciclo de violencia, muchas veces por necesidades económicas, emocionales y psicológicas; afirmó la directora ejecutiva de la Casa Protegida Julia de Burgos, Cora Arce Rivera, a un rotativo local. Según Arce Rivera, quien es experta en conducta humana, algunas personas dependen económicamente de sus parejas lo que las hace sentirse desprotegidas en ese aspecto sino tienen al cónyuge su lado. Asimismo, se pueden identificar algunas víctimas que desisten de la orden de protección porque aman a su pareja aunque la golpee o porque no quieren que sus hijos tengan un padre en prisión.
Para Arce Rivera, la razón de mayor peso para que una víctima oculte o defienda a su victimario es el miedo. Actualmente, según las estadísticas más recientes de la Policía, las órdenes de protección solicitadas en los cuarteles y directamente al tribunal ascienden a 10,704, de las cuales la mayor cantidad de querellas atendidas se concentran en los municipios de Bayamón, Arecibo, San Juan y Carolina. El caso más reciente de violencia doméstica se registró ayer en el municipio de Bayamón donde Anwar Feliciano Morales, de 30 años, agredió a su compañera consensual, Guílean García Vargas, con un puñetazo que le fracturó la mandíbula. También se ha indicado a la prensa que el individuo le provocó a su pareja mordiscos en todo el cuerpo y le rapó el cabello frente a sus dos niños de cinco y siete años. Quienes han quedado traumatizados por el incidente violento, destacó Mildred Vargas, abuela de los menores. Hasta el momento, los Agentes del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Bayamón no han dado con el paradero de este agresor. Con la idea de disminuir esta alarmante cifra de violencia doméstica en la Isla, la Cámara de Representantes aprobó ayer unánimemente un proyecto que ordena que cuando una víctima de violencia doméstica acuda a un tribunal a solicitar una orden de protección, se le expida inmediatamente, sin la celebración de una vista. Esta medida radicada por la presidenta de la Cámara Baja, Jenniffer González, estipula que la solicitud podrá presentarla la víctima por sí misma, por conducto de su representante legal o por un agente del orden público, sin que sea necesaria la radicación previa de una denuncia o acusación.