Algunas veces la naturaleza decide hacerse sentir y mediante intensos fenómenos nos recuerda que es ella quien manda. El sábado, en la ciudad de Caracas, Venezuela, se vivió un escenario que podría describirse como apocalíptico y que llenó de temor a millones de habitantes ante la fuerza natural. Pero que no dejó ninguna víctima mortal.
El día comenzó mal. Desde el amanecer hizo un calor húmedo y vizcoso mientras el cielo estuvo oscuro y encapotado con densas nubes color gris plomo. Acompañada por truenos y relámpagos, una intensa lluvia azotaba sin cuartel a la ciudad. En la avenida Libertador, una de las principales vías de la capital venezolana, impactó un rayo y la gente temía que la tormenta los considerara pararrayos humanos. Repentinamente el cielo comenzó a arrojar trozos de hielo a los ciudadanos que buscaban refugio para no ser golpeados por los pedazos de granizo. A las tres y media de la tarde, cuando la ciudad estaba ya inundada comenzó a sentirse un movimiento telúrico de 6.2 grados en la escala de Ritcher. El epicentro no fue en Caracas pero el temblor fue tan intenso que se sintió en más de 4 estados y puso a vibrar a los edificios de cada uno de estos. Los habitantes de la capital eran sacudidos fuertemente por el suelo que parecía tratar de quitarse de encima tanta agua, tal cual como lo hace un perro cuando está mojado.
¨Las paredes de mi apartamento se ondulaban como gelatina mientras las lámparas bailaban de un lado a otro, todo ocurría como si fuese en cámara lenta y por un momento pensé que iba a morir¨, cuenta Juan Pablo Pirela, un venezolano que se encontraba en su apartamento, en el piso 12 de un edificio en una de las zonas de la ciudad en las que más se sintió el sismo. El terremoto duró treinta segundos. Suena como poco tiempo pero los que han vivido un movimiento telúrico saben que parece una eternidad. De hecho, es increíble que la sacudida no haya dejado muertos y que las edificaciones caraqueñas no hayan sucumbido ante la actividad sísmica. Afortunadamente sólo se produjeron algunas grietas y varios heridos pero ninguno de gravedad. Hay un comentario interesante sobre la cobertura mediática del suceso. El canal de noticias ¨Globovisión¨ sufre una demanda por parte del Estado ya que dio la noticia sobre el temblor anterior ocurrido en Caracas sin que el Gobierno lo hubiese confirmado. Por lo tanto en esta oportunidad, por más que el terremoto fue obvio, los reporteros del telenoticiero decían cosas como ¨No tenemos confirmación al respecto pero supuestamente se sintió un terremoto en la ciudad de Caracas¨.
Al final de la tarde la ciudad volvía a la normalidad. La gente, aún un poco asustada, planificaba la noche del sábado y ya hacía chistes sobre el temblor, las inundaciones y el granizo. La banda venezolana de ska ¨Desorden Público¨ tiene una canción llamada ¨Tiembla¨ en la que habla de ¨gente que está cansada de crisis, miseria y guerra urbana¨ y dice que ¨esa misma gente quiere que la tierra tiembla para que caigan los mal parados (que traban la puerta) pa’ que se vallan esos vampiros y así se abran nuevos caminos¨. Esperemos que este día haya sido un presagio de mejores tiempos para la tierra de Simón Bolívar.