En su primer discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), el presidente Barack Obama fue reiterativo en un tema específico: la necesidad de un compromiso global para salir de las diversas crisis que enfrenta el mundo globalizado. Si bien aclaró que todos los países del mundo, sobre todo los países ricos y las potencias mundiales, deben trabajar en conjunto para ayudar a las naciones con menos recursos y solventar los problemas ambientales, económicos, sociales y diplomáticos en el planeta; también dejó ver que como sus predecesores, el presidente de los Estados Unidos tiene como metas principales los intereses de su país. “Ha llegado el momento en que el mundo se mueva en una nueva dirección. Debemos acoger una nueva era de compromiso basada en el interés y el respeto mutuo”, dijo el mandatario en su discurso inaugural de la Asamblea General de la ONU. El presidente agregó que el descontento en la percepción de Estados Unidos como unilateralista había alimentado “un casi reflexivo antiamericanismo”, que muy frecuentemente había servido como una excusa para la inacción colectiva. Para Obama, los cuatro pilares en los cuales debe haber un mayor compromiso son: la no proliferación nuclear y el desarme, la promoción de la paz, la recuperación de la economía mundial que dé oportunidades a todos y la preservación del planeta. “Debemos construir nuevas coaliciones que tienda puentes sobre viejas divisiones… todos los países tienen derechos y responsabilidades, ése es el pacto que hace que esto funcione” agregó. También aseguró que buscará un nuevo acuerdo con Rusia para reducir el armamento nuclear y dijo que los países que se nieguen a cumplir con sus obligaciones de no proliferación deben enfrentar las consecuencias, avisándole a Irán y a Corea del Norte que tendrán que rendir cuentas si continúan adelante con sus programas nucleares. El presidente estadounidense expresó la voluntad de su nación de recuperar el multilateralismo y mencionó algunas de las medidas ya adoptadas para ello, entre ellas la colaboración con el G20 para hacer frente a la crisis económica mundial o el cierre de la prisión de Guantánamo. Según el líder americano, EEUU ha “buscado, de palabra y obra, una nueva era de acercamiento al mundo” pero aclaró que su país no puede resolver por sí solo los problemas globales. “Ha llegado el momento de que todos nosotros adoptemos la parte de responsabilidad que nos toca para una respuesta global a desafíos globales”, dijo. “Si somos honestos con nosotros mismos, debemos admitir que no estamos asumiendo esta responsabilidad”, añadió mientras hablaba de terrorismo, los conflictos de larga duración, el genocidio o la proliferación nuclear, queriendo demostrar que hay que realizar mayores esfuerzos. “La elección es nuestra. Podemos ser recordados como una generación que optó por prolongar las disputas del siglo XX en el siglo XXI… o podemos ser una generación que se une para servir los intereses comunes de los seres humanos”, dijo con énfasis emotivo. También proclamó en tono de advertencia: “no permitiremos refugios para que Al Qaeda lance ataques desde Afganistán o cualquier otra nación” y expresó su compromiso a buscar una paz duradera en Sudán. En cuanto al conflicto Palestino-Israelí, se comprometió a conseguir un estado de paz entre ambas naciones y el mundo árabe. “Sé que esto será difícil” comentó, “pero todos nosotros debemos decidir si somos serios acerca de la paz o sólo hablamos de boca para afuera”. Para Obama, EEUU debe apoyar la seguridad de Israel como exigir a ese país que respete “los derechos y reclamaciones legítimos de los palestinos”. Otros países miembros de la ONU “no hacen ningún favor a los palestinos cuando optan por lanzar arduos ataques en lugar de una voluntad constructiva de reconocer la legitimidad de Israel” añadió.