A pesar de reconocer que la reincidencia entre los jóvenes que han estado en las diferentes instituciones juveniles de la Isla va en aumento, el secretario de Corrección, Carlos Molina, anunció ayer que implantarán nuevos programas dirigidos a que éstos no vuelvan a delinquir. En audiencia de la Comisión de Asuntos de la Juventud, presidida por Ángel “Gary” Rodríguez, Molina dijo que la reincidencia sobrepasa el 30 por ciento. De paso reafirmó que se necesitan más programas dirigidos a la rehabilitación de los menores. “Una de las metas es bajar la reincidencia en todo el sistema… En un acuerdo que hemos tenido con la Guardia Nacional, vamos a establecer un programa de Challenge criollo, dentro del sistema juvenil”, comentó en torno a la iniciativa que existe para desertores escolares en Guayama. Otra de las propuestas va dirigida al adiestramiento en diversas áreas. Para ello, contará con la ayuda de varias instituciones privadas que garantizarán al joven una experiencia laboral. De igual modo, dijo que adiestrarán a otro grupo en artes culinarias. “Tendrán estudio y trabajo…Cuando esos jóvenes pasen un año en ese programa y el Tribunal los saque a la libre comunidad, tienen las herramientas para destacarse. Otro de los programas brindará una gama de opciones a los jóvenes. Entre éstas, a los que tengan grados de escuela superior, iniciar los estudios universitarios’, explicó el funcionario. El Secretario de Corrección señaló que otra de las posibles estrategias va encaminada al reclutamiento de mentores que adopten a los jóvenes mediante un programa de reinserción comunitaria. “El Estado puede pagar a esa persona y le costaría muchísimo menos de lo que sale en una institución y esa familia modelo le brinda una transición a la comunidad”, abundó. Por su parte, Rodríguez acogió en principio las ideas y consignó que la Comisión está dispuesta a analizarlas y a trabajar con la Administración de Instituciones Juveniles, para ayudar a mejorar sus propuestas de rehabilitación. Sin embargo, Miranda reiteró que es necesario que la Administración de Instituciones Juveniles tenga un perfil actualizado del joven transgresor y un estudio de medición de los programas de ese organismo. “Tenemos que trabajar con los hechos… Para ello, es necesario que se haga un perfil actualizado, para saber si esto ha mejorado o empeorado”, planteó el representante novoprogresista. Molina garantizó que se realizará un perfil de los 600 jóvenes que hay en el sistema. Manifestó que el mismo incluirá las razones por las que cometieron las faltas y cómo se pueden ayudar. No obstante, Rodríguez reiteró la importancia de conocer qué ha funcionado en el sistema, por lo que requirió a Molina un voluminoso informe que deberá contener la edad predominante de los jóvenes transgresores ingresados, el nivel socioeconómico de éstos, la composición familiar y estructura de vida diaria de los mismos, cuáles son las faltas más comunes, cuántos jóvenes son reincidentes y el nivel de escolaridad al ingresar a las instituciones. A su vez, deberán someter a la Comisión el por ciento de varones y féminas que pertenecían a grupos de educación especial, el porcentaje de los jóvenes ingresados que tienen historial de maltrato, el porcentaje de jóvenes que utiliza sustancias controladas, cuál es la droga que más utilizan y si existe historial de uso de sustancias controladas en la familia. “Lo que tenemos que buscar son los denominadores comunes en todos éstos jóvenes, para saber que puntos debemos atacar”, dijo el Presidente de la Comisión de la Juventud. El representante recordó que la Administración de Instituciones Juveniles cuenta con diversas divisiones dirigidas a proveer servicios de salud física y mental, trabajo social, de educación y recreación, entre otros. Sin embargo, planteó que aunque muy bien intencionada la agencia y su personal, ha llegado a la atención de la actual Cámara de Representantes que sus servicios, en ocasiones, han sido limitados. “En aras de contribuir al mejoramiento de la calidad de los servicios a ofrecerse, se hace imperativo que evaluemos las necesidades, el funcionamiento y la efectividad que tienen los diversos programas existentes para la rehabilitación de los jóvenes institucionalizados”, afirmó Rodríguez. Para ello, anticipó que realizarán más vistas públicas, ejecutivas e inspecciones oculares en las diversas instalaciones con las que cuenta la Administración de Instituciones Juveniles. Finalmente, el secretario de Corrección consignó la deseabilidad de que existan dos grandes instituciones juveniles a nivel isla y no las nueve que existen en la actualidad. “Una de las metas a largo plazo es crear dos centros de rehabilitación y tratamiento para los jóvenes… Unos centros gigantes que tengan los espacios para los diferentes niveles y los espacios vocacionales para su pleno desarrollo. Podría ser uno en el norte y otro en el sur. Operaríamos mucho mejor y reduciríamos el costo”, concluyó Molina.