BOGOTA/SAN ANTONIO- Venezuela destruyó este jueves dos puentes peatonales, utilizando explosivos, ubicados en su frontera con Colombia al considerarlos ilegales, acto que fue calificado por Bogotá como violatorio de la ley internacional, en medio de tensiones diplomáticas binacionales. Este incidente es el más reciente dentro de las tambaleantes relaciones diplomáticas entre los vecinos y ocurre días después de un llamado del presidente Hugo Chávez a militares y a civiles a prepararse para la guerra, en rechazo a un acuerdo que permite a soldados estadounidenses usar bases en Colombia. Los puentes fueron destruidos a unos 50 kilómetros al norte de San Antonio, de lado venezolano; y en el municipio de Ragonvalia, en el departamento de Norte de Santander, en Colombia. “Eran dos pasos peatonales que están construidos, no están contemplados en ningún tratado internacional”, explicó el general Eusebio Agüero, jefe de la guarnición militar de la ciudad venezolana de San Cristóbal. El militar explicó que por la estructura cruzaban paramilitares, grupos subversivos, precursores para el narcotráfico y había contrabando de combustibles. Tampoco descartó que se destruyan otros pasos peatonales en lo que calificó como una decisión soberana de Venezuela. “Tenemos la información de otros pasos peatonales que con la debida autorización del Gobierno serán destruidos”, enfatizó a periodistas.
Por su parte, el ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva, criticó la decisión de Venezuela y aseguró que va en contra de los acuerdos internacionales. “Esta acción representa una violación a la ley internacional, a la ley humanitaria, es una agresión contra los civiles”, precisó el funcionario, quien reveló que las estructuras construidas por los habitantes de la frontera estaban sobre el río Táchira. La crisis bilateral comenzó en julio cuando Colombia anunció que autorizaría a soldados de Estados Unidos a usar siete de sus bases militares para realizar operaciones coordinadas contra el narcotráfico y el terrorismo. Chávez, el líder sudamericano más crítico de Estados Unidos, aseguró que el acuerdo militar es un nuevo paso dentro de un plan de Washington para invadir a su país y bloquear la revolución bolivariana que dice impulsar a favor de los más pobres. El mandatario izquierdista, un militar retirado que ha logrado alianzas con antagonistas de Estados Unidos como Rusia, Irán y Siria, ordenó llevar a cero el comercio con Colombia, que ascendió en el 2008 a más de 7.000 millones de dólares. En medio de la disputa, Chávez ha calificado a su homólogo colombiano Álvaro Uribe de “mafioso”, “traidor” y “lacayo del imperio” de Estados Unidos. En un discurso el miércoles en la noche, llamó “desgraciado” al canciller colombiano, Jaime Bermúdez, y a Uribe, aunque sin embargo se declaró amigo de Colombia. Colombia, que ha guardado prudencia en medio de los frecuentes ataques de Chávez y de otros funcionarios de su Gobierno, entregó notas diplomáticas al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y a la Organización de Estados Americanos por las amenazas de guerra del mandatario venezolano. Uribe y su Gobierno sostienen que el acuerdo militar con Estados Unidos no autoriza a Washington a realizar operaciones ofensivas contra otros países, pero no ha logrado acallar las voces de protesta de Chávez y de otros gobernantes de izquierda de la región. Colombia y Venezuela comparten una frontera terrestre de 2.219 kilómetros en la que tienen presencia guerrilleros izquierdistas, paramilitares de ultraderecha, narcotraficantes y contrabandistas. Mientras, Ecuador, que tiene la presidencia pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), anunció este jueves que desde ese organismo buscará la integración y la paz de Colombia y Venezuela. “Nosotros evidentemente llamamos a todos los países miembros de Unasur a analizar conjuntamente el tema y a encontrar una salida que consolide la paz”, apuntó en Bogotá el ministro de Defensa de Ecuador, Javier Ponce.