CIUDAD DEL VATICANO – La decisión del Papa Benedicto XVI de avanzar en la santificación de su antecesor en tiempos de guerra, Pío XII, ha ensombrecido su plan de visitar la sinagoga de Roma el próximo mes y algunos hasta prevén que podría ser cancelada. El Papa aprobó el sábado un decreto reconociendo las “virtudes heroicas” de Pío XII, acusado por algunos judíos de ignorar el Holocausto. Los dos pasos restantes son la beatificación y la canonización, que podrían llevar años. Líderes judíos expresaron su malestar porque dijeron que el Vaticano les había asegurado en privado que el procedimiento que podría llevar a su santificación sería congelado hasta que se estudiaran más profundamente los archivos de la Santa Sede del período de guerra. La decisión del Vaticano ha puesto en duda el plan del Papa alemán de hacer su primera visita a la sinagoga de Roma el 17 de enero. “Espero que siga adelante, pero luego de esta medida no me sorprendería si fuese cancelada”, dijo el rabino Giuseppe Laras, presidente de la Asamblea de Rabinos Italianos. “Si bien respeto la autonomía de la iglesia en cuestiones de santificación, no entiendo por qué el Papa tomó una decisión tan inoportuna. Cualquier cosa puede pasar ahora”, dijo Laras según lo citó el diario de Roma La Repubblica. Desde su elección en el 2005, Benedicto XVI ha visitado sinagogas en su nativa Alemania y en Estados Unidos. Pero su visita a la sinagoga sobre el río Tíber sería significativa porque la relación entre el Vaticano y la comunidad judía de Roma -la más antigua de la diáspora- es considerada el referente de los vínculos entre católicos y judíos en todo el mundo. AHORA O NUNCA Fuentes del Vaticano temen que si la comunidad judía retira su invitación, la medida tendría efectos devastadores para las relaciones entre ambas religiones. “Si no va a la sinagoga de Roma el 17 de enero, no irá nunca”, dijo una fuente de la Santa Sede. “Nunca volverían a querer reprogramar una cosa así”, agregó. El Papa Benedicto XVI ha recibido una fuerte presión de ambas comunidades en torno a la posible santificación de Pío, quien lideró la Iglesia Católica entre 1939 y 1958, años en que el actual Papa era un adolescente y joven sacerdote. “Admira a Pío como el Papa de su juventud”, sostuvo otra fuente a Reuters. El departamento del Vaticano encargado de la santificación envió el decreto de las virtudes heroicas en el 2007, pero Benedicto XVI decidió no aprobarlo de inmediato y en cambio se tomó un período de reflexión. La demora complació a los judíos, preocupados acerca del lugar que ocupa Pío XII en la historia. Algunos judíos creen que no hizo lo suficiente para ayudar a su comunidad durante el Holocausto y la persecución nazi, un cargo que el Vaticano rechaza.