WASHINGTON- Una amplia revisión al sistema de salud pasó su primera prueba crucial en el Senado de Estados Unidos, cuando 60 senadores colocaron a la prioridad legislativa del presidente Barack Obama en camino a ser aprobada antes de Navidad. En una votación celebrada en el medio de la noche en la capital estadounidense cubierta por la nieve, los demócratas respaldaron unánimemente la primera de una serie de mociones de procedimiento para cortar el debate y someter el proyecto a una votación final en la noche de Nochebuena. “Tendremos esto aprobado antes de Navidad y será uno de los mejores regalos de Navidad que este Congreso le hizo al pueblo estadounidense”, dijo el senador demócrata Tom Harkin. La votación de hoy fue la primera prueba sobre si los demócratas podrían asegurarse los 60 votos necesarios para superar a la oposición republicana unificada y hacer avanzar la reforma a través del Senado. Los republicanos reconocieron que no podrán detener el proyecto, que provocará los más grandes cambios en el sistema de salud de Estados Unidos, valuado en 2.5 billones de dólares, desde la creación del programa Medicare para la tercera edad en 1965. “El impacto de esta votación sobrevivirá largamente a este nevado, frenético fin de semana en Washington”, argumentó, por su parte, el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell. “Esta legislación reformará nuestra nación, y los estadounidenses ya han dado su veredicto: no quieren esto”, agregó. Los demócratas se habían asegurado la victoria el sábado luego de que el senador Ben Nelson logró un compromiso que garantiza que los fondos federales no serán utilizados para pagar abortos y un envío de dinero extra para el área sanitaria en su estado, Nebraska. Con 60 votos en la mano, el único problema en la votación del lunes era si todos los demócratas lograrían llegar en medio de las nevadas calles de Washington al Capitolio. La pérdida de sólo un voto demócrata podría haber hundido el plan en el Senado de 100 miembros. Los demócratas controlan 60 votos, el número exacto que se requiere para sobrepasar a la oposición republicana. Si el Senado pasa el proyecto de reforma, éste debe ser fusionado con una versión aprobada por la Cámara de Representantes que tiene un estricto lenguaje anti aborto y una opción de seguro gubernamental que fue desechada en la versión del Senado para conciliar intereses con los moderados. La versión fusionada debe pasar de nuevo por cada una de las cámaras antes de ser enviada a Obama, pero es poco probable que la iniciativa final se aleje de la versión del Senado, dadas las dificultades en conseguir su aprobación en la Cámara Alta. Nelson dijo que se opondrá al proyecto combinado si cambia el acuerdo sobre el aborto o reinstala la opción de un seguro manejado por el Gobierno. Otros demócratas manifestaron preocupaciones similares. “(…) Insisto en que estos compromisos deben permanecer o no daré mi apoyo”, dijo el senador demócrata, James Webb. El proyecto del Senado permitiría que la mayoría de los estadounidenses contaran con seguro, extendiendo la cobertura a 30 millones de personas no aseguradas y entregando subsidios a algunos para ayudar a pagarlos. Obama ha pedido al Senado que termine con la revisión para fines de año para evitar que el debate se filtre a la campaña para las elecciones legislativas de noviembre del 2010.