PUERTO PRINCIPE- Miles de personas podrían haber muerto en Haití o estar atrapadas debajo de los escombros luego que un poderoso terremoto devastó la capital de la empobrecida nación, demoliendo desde el palacio presidencial hasta las viviendas humildes en los cerros. Un edificio de cinco pisos de las Naciones Unidas también se derrumbó la tarde-noche del martes tras el sismo de magnitud 7,0 -el más fuerte en más de 200 años en Haití- de acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos. El terremoto ocurrió a las 5:00 p.m. hora local. Réplicas de hasta 5,9 de magnitud sacudieron la ciudad durante la noche y la madrugada del miércoles.
Imágenes de Reuters televisión desde la capital haitiana, Puerto Príncipe, mostraban escenas de caos en las calles por donde personas deambulaban gritando y llorando entre montañas de escombros. Haití, la nación más pobre del hemisferio occidental, no está equipada para responder a un desastre de esta magnitud. El epicentro del sismo estuvo a sólo 16 kilómetros de Puerto Príncipe, que tiene una población de aproximadamente un millón de personas. Los reportes sobre daños y víctimas demoraban en llegar al resto del mundo debido a los problemas de comunicación tras el sismo. “Apeló al mundo, especialmente a Estados Unidos, para que hagan por nosotros lo que hicieron en el 2008 cuando cuatro huracanes golpearon a Haití”, expresó a CNN el embajador de Haití en Washington, Raymond Alcide Joseph.
Testigos contaron haber visto a la gente gritando “Jesús, Jesús” mientras corrían en todas direcciones mientras oficinas, hoteles y tiendas se derrumbaban a diestra y siniestra. Expertos explicaron que el epicentro del sismo se localizó cerca de la superficie, a una profundidad de 10 kilómetros, lo que posiblemente haya magnificado la destrucción. El palacio presidencial de Haití yacía en ruinas, según reportó CNN en su sitio web citando al embajador Joseph, pero se confirmó que el presidente Rene Preval resultó ileso. No hubo más detalles. La ONU ha declarado que había un gran número de sus trabajadores desaparecidos luego de que colapsó su edificio de cinco plantas. Unos 9.000 policías y tropas de la ONU están estacionados en Haití para mantener el orden. El Ministerio de Defensa de Brasil dijo que militares de ese país destacados en Haití están desaparecidos.
“Toda la ciudad está a oscuras. Hay miles de personas sentadas en las calles sin lugar a donde ir”, dijo Rachmani Domersant, gerente de operaciones de la organización caritativa Food for the Poor. Sara Fajardo, portavoz de Catholic Relief Services, explicó al periódico Los Angeles Times que un representante del grupo en Haití expuso que la cifra de muertos podría ser de miles.
La noche de ayer, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró a medios internacionales que sus “pensamientos y oraciones” estaban con la gente de Haití y se comprometió a proveer ayuda inmediata.
A su vez y desde el Vaticano, el Papa Benedicto XVI activó la enorme red de ayuda humanitaria de la Iglesia Católica. “Apelo a la generosidad de todos para que estos hermanos y hermanas que atraviesan momentos de necesidad y dolor reciban nuestra solidaridad concreta y ayuda efectiva de la comunidad internacional”, expresó durante su audiencia semanal. El Banco de Desarrollo Interamericano confirmó que otorgaría 200.000 dólares en ayuda de emergencia. El Banco Mundial, que reportó que sus oficinas en Haití fueron destruidas, enviará un equipo a Haití para evaluar los daños. La Guardia Costera de Estados Unidos en Miami aseguró que ha movilizado buques y aeronaves hacia las inmediaciones de Haití para brindar asistencia humanitaria donde sea necesario. Francia anunció el miércoles que el país estaba enviando servicios de rescate para ayudar a las operaciones en Haití y buscar ciudadanos franceses.
En el barrio de Petionville, situado en las laderas de una colina, Domerstad declaró que no vio policías ni vehículos de rescate. “La gente está intentando excavar y sacar a las víctimas utilizando linternas (…) Creo que decir cientos de víctimas sería subestimar seriamente la situación”, añadió. Testigos dijeron que cuando la tierra tembló vieron cómo colapsaban casas y construcciones precarias edificadas en las colinas. “El automóvil rebotaba en el piso”, dijo Domersant. Funcionarios de la ONU dijeron que las comunicaciones están interrumpidas y la única forma de hablar con las personas en el terreno era vía teléfono satelital. Las carreteras están bloqueadas por los escombros.