La inesperada noticia de la victoria legal tras ganar el injunction preliminar los residentes del Caño Martín Peña y la asociación que los representa, el G8, en el Tribunal del Circuito de Apelaciones de Boston, llenó de júbilo a varios líderes comunitarios. Fue la directora ejecutiva de la Corporación Enlace del Caño Martín Peña, Lyvia Rodríguez, quién comunicó la buena noticia a los aliados de la lucha por defender este mecanismo de tenencia colectiva de la tierra que le había sido arrebatado en el 2009 por figuras como el representante Nuno López, el alcalde de la Ciudad Capital Jorge Santini, y el Gobernador Luis Fortuño, quien firmó la Ley 32 el 23 de junio de 2009, que de forma retroactiva pretendía despojarles las tierras al Fideicomiso de la Tierra del Caño Martín Peña. Los licenciados Judith Berkan, Mary Jo Méndez y Pedro Saadé representaron al Fideicomiso de la Tierra en este caso, de forma gratuita, con el apoyo de la Clínica de Asistencia Legal de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico y las aportaciones de otros individuos y organizaciones solidarias. Berkan dijo emocionada: ¡Estoy muy contenta! ¡Otra vez el circuito federal nos da la razón! Lo que hay que entender es que es poco usual que un sistema de tribunal federal otorgue el injunction, que emita el injunction. El tribunal de circuito de apelaciones le dio la oportunidad al tribunal local y no hicieron nada.” De lo sorpresivo de la decisión, la abogada comentó: “No sabíamos cuándo iba a bajar. La decisión otorga el interdicto, para poder ver el caso en marzo, mientras tanto los demandantes no pueden hacer nada. Es un injunction preliminar. La semana que viene el Fideicomiso tiene que someter su alegato y el estado tiene que responder para febrero.” Ya en una reflexión sobre el trabajo y el caso, Berkan aseguró que: “El fideicomiso es un modelo muy importante para muchas comunidades en Puerto Rico, y parte de lo innovador del modelo es que es colectivo y fuera de las manos del gobierno; es crucial para que las comunidades puedan ser dueñas de su futuro. Por su parte, Wilfredo López Montañez, coordinador de Un Solo Movimiento, una entidad que agrupa a líderes comunitarios del país, expresó: El gobierno de Fortuño sigue dando traspiés en su política de atacar y lacerar las conquistas de derechos adquiridos de las comunidades. Ante las acciones de movilización que han ido desmantelando el andamiaje de esta administración que atenta contra los grupos más vulnerables de la población, resulta maravilloso que la Corporación Enlace del Caño Martín Peña haya obtenido una resonante victoria en el primer Circuito de Boston. A la Legislatura, Fortuño y el alcalde Santini les ha salido el tiro por la culata en su plan orquestado. Su pretensión de desmantelar un modelo de desarrollo basado en la autogestión y el apoderamiento comunitario no se sostuvo en el tribunal. Los líderes de las comunidades del G-8 deben sentirse felices y dignificados después de los insultos y ofensas de que fueron objeto por parte del alcalde Santini. El liderato comunitario de todo el país tiene los ojos puestos en iniciativas como el Fideicomiso de la Tierra. Sigamos trabajando y profundizando nuestras voces y nuestra solidaridad. No bajemos la guardia”. El Fideicomiso de la Tierra del Caño Martín Peña se creó como parte de la Ley 489 de 24 de septiembre de 2004, que fue aprobada unánimemente por la Legislatura de Puerto Rico. Fue constituido con las tierras de tenencia pública que había en el Distrito de Planificación Especial del Caño Martín Peña, gran parte de las cuales han sido el hogar de miles de ciudadanos por generaciones. Aproximadamente 200 cuerdas de terreno son propiedad de la comunidad mediante el Fideicomiso, que opera de forma similar a un condominio. Su reglamento fue producto de un amplio proceso de participación ciudadana. La propuesta del Fideicomiso tiene cuatro objetivos principales: evitar el desplazamiento de la comunidad y resolver el histórico problema de tenencia de la tierra mediante un derecho de superficie que puede hipotecarse, heredarse y venderse; superar la pobreza, pues recoge los beneficios del aumento en valor de las tierras producto de la inversión en el sector, incluyendo la rehabilitación del Caño Martín Peña, para reinvertirlos en la comunidad, garantizar la disponibilidad de vivienda asequible, y hacer viable la implantación del Plan de Desarrollo Integral, contribuyendo a una mejor ciudad. El G-8, Inc. es una organización sin fines de lucro que reúne al liderato de las doce organizaciones de base comunitaria que representan a los residentes de las ocho comunidades aledañas al Caño Martín Peña. Las ocho comunidades son Israel – Bitumul, Parada 27, Las Monjas, Barrio Obrero San Ciprián y Oeste, Barrio Obrero Marina, Península de Cantera, Buena Vista Santurce y Buena Vista Hato Rey.