Si el propósito y motivo del Mensaje sobre el Estado de Situación del País es un ejercicio mediático de crear impresiones justificativas de su gestión como Gobernador, el licenciado Fortuño y su equipo de comunicación aparentemente han logrado aceptablemente bien su misión. Su presentación es un alegato en defensa de su labor del pasado año destacando aquellas actuaciones suyas o de los ciudadanos que cautivan a su audiencia, suprimiendo eventos nocivos a su imagen de incumbente. El Mensaje plantea que la misión central de su gobierno ha sido la reconstrucción (no la recuperación) de Puerto Rico. Concentra sus esfuerzos comunicativos en resaltar la compasión, solidaridad, confianza en si mismo, capacidad y abnegación del Pueblo de Puerto Rico para vencer calamidades come el incendio de CAPECO, epidemia de influenza, el terremoto en Haití, la criminalidad insular y, por inferencia la crisis económica local. Ofrece un listado de algunas medidas en progreso originada en pasadas administraciones y otras pocas nuevas iniciativas propuesta agrupadas en diez temas generales. Aunque las propuestas por ser enunciadas con aparente especificidad dan la apariencia de concreción, la realidad es que están faltas de operacionalidad. Carecen de un marco conceptual y estratégico para validar si son esas las medidas lógicas, eficaces y factibles para resolver los problemas sociales de Puerto Rico. Quizás este aspecto será objeto de consideración en el próximo mensaje sobre presupuesto. El carácter mediático del Mensaje para provocar sensaciones y acicalar imagen pública llega a su extremo cuando se lanza un señuelo para desviar la atención de la audiencia hacia una aspecto menos relevante: la activación de la Guardia Nacional. Medida que había sido anunciada hace meses, que por su visibilidad e inferencia aparenta combatir la criminalidad y es propuesta autodefensiva por su provisionalidad. En un surtido abarcador de propuestas, quedan mencionadas algunas interesantes y dignas de elaboración y análisis como: el rescate de la industria de la construcción de viviendas; reforma energética y protección ambiental; política de defensa civil antisísmica; y asistencia financiera y técnica a los pequeños negocios. El mensaje fue además contraintuitivo al manifestar que: “…el Consejo de Economistas ha concluido de forma objetiva e imparcial que nuestra economía ya ha entrado en una fase de estabilización y que próximamente estará en crecimiento positivo.” En su primer informe, El Consejo de Economistas, concluye que: “…en términos generales, la economía de Puerto Rico está entrando en una fase de estabilización, aunque todavía hay indicadores que no han entrado en esta fase del ciclo (sic), especialmente la construcción. Además concluimos que esta fase de estabilización probablemente se prolongará por varios meses (de 6 a 9 meses) durante el año calendario 2010, antes que la economía llegue y traspase el punto de inflexión, previo a entrar en una etapa de crecimiento sostenido.” [Ver www.cegpr.org] En expresiones públicas por separado los distinguidos miembros Nicolás Muñoz, Juan Lara y Joaquín Villamil han expuesto sus criterios particulares sobre las condiciones limitantes y advertencias exigentes para que comience una recuperación en o antes del principio del año natural 2011. [Refiérase al El Nuevo Día, 26 de enero de 2010, p.51; 31 de enero de 2010, p.8-10] Acentúa este efecto contraintuitivo, la percepción y la sensación en segmentos amplios de la población como consumidores, trabajadores despedidos, comerciantes, contratistas y otros economistas quienes no constatan ni sienten un alivio patente ni cercano en las condiciones socioeconómicas de Puerto Rico. * El autor es Catedrático jubilado, del Departamento de Economía, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez.