MARJAH, Afganistán- Un ataque aéreo de fuerzas de la OTAN en Afganistán causó equivocadamente la muerte de 27 civiles, confirmó el Gobierno afgano, afectando una campaña para ganar el apoyo de la población local en medio de un combate a insurgentes talibanes. El gabinete de Afganistán condenó las muertes como “injustificables”. Sin embargo, el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, defendió los trabajos de comandantes de Estados Unidos y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán para evitar muerte de civiles inocentes. Agregó que incidentes como el ataque aéreo eran inherentes al conflicto y parte de los “que hace a la guerra tan horrible”. La muerte de civiles ha causado fricciones entre el Gobierno de Afganistán y las tropas extranjeras, que lanzaron dos grandes ofensivas en los últimos ocho meses en un intento por frenar la creciente insurgencia talibán. En un principio, el gabinete afgano reportó 33 muertes, pero posteriormente redujo esa cifra a 27, cantidad que es la más alta en el número de civiles muertos en meses. El incidente no formó parte de la “operación Mushtarak”, una gran ofensiva encabezada por la OTAN para expulsar a los talibanes de la provincia de Helmand, en el sur del país. No obstante, podría dañar los esfuerzos de la OTAN y el Gobierno afgano para ganarse el apoyo de la población local en un plan para tomar el control de bastiones talibanes antes del inicio de la retirada gradual de soldados de Estados Unidos en el 2011. “Las informaciones iniciales indican que la OTAN disparó el domingo contra un convoy de tres vehículos (..) matando al menos a 27 personas, entre ellos cuatro mujeres y un niño, e hiriendo a otros 12”, explicó el Gobierno afgano en un comunicado. La Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF, por sus siglas en inglés) de la OTAN confirmó en un comunicado que habían muerto civiles cuando se acercaron a una unidad conjunta compuesta por miembros afganos y de la Alianza, pero no precisó cuántos. La ISAF anunció que comenzó una investigación. “Estamos extremadamente entristecidos por la trágica pérdida de vidas inocentes”, declaró el general estadounidense Stanley McChrystal, al mando de las fuerzas extranjeras en Afganistán, en un comunicado de la ISAF. “He dejado claro a nuestras fuerzas que estamos aquí para proteger al pueblo afgano y que matar o herir por descuido a civiles mina su confianza y la seguridad en nuestra misión”, agregó. La estrategia de contra insurgencia de McChrystal hace hincapié en proteger a los centros de población y evitar el combate en zonas urbanizadas siempre que sea posible para evitar muertes de civiles. El número de civiles muertos por las tropas de la OTAN se ha reducido desde que McChrystal asumió el mando a mediados del 2009. Brad Adams, director para Asia de la organización Human Rights Watch, elogió los esfuerzos de McChrystal para reducir las bajas civiles y dijo que han hecho una diferencia, pero destacó que la coalición continúa actuando con pobre inteligencia. “Esto ha durado años. Necesitan urgentemente resolver este problema para evitar errores que puedan socavar esta política”, aseguró Adams. Los marines de Estados Unidos dicen que han sido más cuidadosos para evitar las muertes de civiles en una gran ofensiva de la OTAN en Marjah, en la provincia de Helmand, la región más violenta de Afganistán. Al menos 12 personas murieron en un ataque que falló en el blanco un día después del inicio de la operación este mes. Los combatientes talibanes continúan poniendo una férrea resistencia a las unidades de marines desde zonas diseminadas de Helmand, aunque el principal objetivo de la OTAN ahora es limpiar de bombas los caminos y los búnkeres.