CONCEPCION, Chile – Fuertes réplicas del poderoso terremoto y posteriores tsunamis del fin de semana atemorizaron a los chilenos este viernes, en medio de confusas cifras del Gobierno sobre el número de muertos que dejó la catástrofe. Una ola de sismos remeció la zona central y sur del país en las primeras horas del día de hoy, aseguraron testigos de Reuters. El mayor alcanzó una magnitud de 6,8 en escala de Richter, y ocurrió a las 8:47 a.m. hora local (9:47 a.m. hora de Puerto Rico) en las costas de la sureña ciudad de Concepción. Cuatro minutos más tarde, otro sismo –esta vez de magnitud de 6,6- cimbró el suelo, muy cerca del epicentro del terremoto del pasado 27 de febrero, y con ello el corazón de los chilenos. “Este de ahora fue más fuerte. Este que empezó, yo dije: va de nuevo la cosa (el terremoto y tsunami)”, declaró a Reuters Cristián Ruiz, un ingeniero de pesca de 38 años. Pero la Armada de Chile aseguró que los últimos sismos en Concepción no generaron tsunamis. Cientos de réplicas han aterrorizado a la población, luego del terremoto de 8,8 de magnitud que estremeció el pasado sábado al centro y sur de Chile, uno de los más poderosos de la historia, y que fue seguido por varios tsunamis que borraron del mapa pueblos costeros casi por completo. Otras fuertes réplicas se sintieron anteriormente en toda la zona centro y sur del país sudamericano. “Fue terrible. Los tres (temblores) que hubo en un ratito fueron demasiado fuertes. No se cuándo irá a parar esto”, aseguró un angustiado vecino de Concepción, afuera de su casa. Concepción, una de las zonas más afectadas por el sismo, vive su sexto día de toque de queda para frenar los saqueos, mientras maquinaria pesada remueve los escombros de edificios que se desplomaron por completo en la segunda ciudad más grande de Chile. Ahí, las autoridades ordenaron la demolición de cinco edificios dañados. En Constitución, otra localidad que fue arrasada por varios tsunamis, la gente se niega a bajar de los cerros por temor a nuevas olas gigantes. “Yo trabajo en la industria forestal, pero no me he presentado al trabajo. Igual tenemos miedo y no voy a dejar a mis hijos, a mi casa y a mi familia sola por bajar a trabajar”, declaró Zacarías Rodríguez, de 42 años. En medio de las réplicas del viernes, Bachelet se reunió con el presidente electo, Sebastián Piñera, en el palacio presidencial para definir las líneas de acción cuando comience la fase de reconstrucción tras el desastre. “La tarea del momento es atender de la manera más eficaz las emergencias y las múltiples necesidades de los compatriotas que han sido afectados directamente por el terremoto y el tsunami y eso exige una muy adecuada coordinación entre el Gobierno saliente y entrante”, explicó Bachelet a periodistas. Piñera, quien asumirá la presidencia la próxima semana, aseguró que será necesaria una “profunda reestructuración del sistema de alerta temprana” frente a catástrofes. También indicó que estudia reformular su programa para incorporar las tareas de reconstrucción. CONFUSIÓN POR CIFRA OFICIAL DE MUERTOS La cifra de muertos dejada por el peor desastre natural en los últimos 50 años en Chile es toda una confusión. En la noche del jueves, el subsecretario del Ministerio del Interior, Patricio Rosende, informó que las autoridades habían identificado a 279 fallecidos, contradiciendo lo anunciado un día antes en el que comunicaron que los muertos alcanzaban los 802, sin dar nombres. Los diarios chilenos El Mercurio y La Tercera publicaron que la presidenta, Michelle Bachelet, salió también a corregir los datos y rebajó el número de muertos contabilizados sólo en la sureña región del Maule a 316 desde 587 que había informado previamente. Fuentes oficiales confirmaron que el Gobierno cometió un error al incluir en la lista de víctimas a personas desaparecidas que fueron encontradas posteriormente con vida. La nueva cifra oficial parece no reflejar el testimonio de autoridades locales, que han estimado que uno de los peores desastres le costó la vida a cientos de personas, mayormente en pueblos costeros y caletas. Chile, una de las economías más sólidas de Latinoamérica, necesitaría ayuda financiera internacional para enfrentar la reconstrucción, que demoraría entre tres y cuatro años. El viernes, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, visitará el país para evaluar los daños. Especialistas han calculado en unos $30.000 millones de dólares los daños, equivalente al 15 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). La bolsa chilena abrió el viernes por segunda jornada consecutiva en alza, luego de que en los primeros días tras el terremoto cayó con fuerza, en lo que analistas estiman fue una sobre rreacción, pese a que varias compañías industriales fueron afectadas por el devastador sismo.