La saliente presidenta Michelle Bachelet aunque quizá no lo sepa, fue la líder más popular en la historia reciente de Chile. Sin embargo a raíz de la lenta respuesta en brindar ayuda y detener los saqueos después del devastador terremoto, le han perjudicado políticamente. Esto podría redundar en un frustrado intento de regreso. Bachelet, quien es la primera mujer presidenta de la nación sudamericana, gozaba de un 83 por ciento de aprobación en sus últimas semanas antes del terremoto de magnitud 8,8 ocurrido el pasado 27 de febrero, y que provocó tsunamis y dejó un saldo irreparable de muertes. Pero el lento y mal manejo del Gobierno inmediatamente después del terremoto, amenaza con empañar una presidencia, que de otro modo hubiese sido una de los mandatos con más respaldo popular, luego de la vuelta a la democracia. En su edición de hoy, el portal en español de la BBC da a conocer los resultados de la encuesta más reciente en torno a la gestión de Bachelet, quien mañana entrega el Gobierno a Sebastián Piñera. Así, la BBC da a conocer que el 60,4% de los chilenos entienden “que la reacción fue “tardía e ineficiente” y casi 72% opina que demoró demasiado en restablecer el orden público ante la ola de saqueos registrados en Concepción”. No sólo esto afecta la imagen de toda su labor, sino que también atenta en contra de las posibilidades de que la propia presidente o algún otro representante de la centroizquierda vuelva a ganar la presidencia en los futuros comicios. “Estoy decepcionada con el Gobierno y con Bachelet. El Gobierno reaccionó realmente mal”, dijo Blanca Jara, de 33 años, quien trabaja en una escuela para niños discapacitados en la ciudad de Concepción, una de las zonas más afectadas por el sismo. “Somos gente decente y tenemos que salir con palos y armas para proteger nuestras casas de los saqueadores”, contó. “Espero que el próximo gobierno haga un mejor trabajo”, agregó. En una encuesta publicada en la edición del domingo del diario El Mercurio se refleja el que el 60% de los chilenos cree que la respuesta de ayuda del Gobierno fue lenta e ineficiente. Casi el 72% lo juzga por su demorada actuación para restablecer el orden. En las primeras horas tras el terremoto, Bachelet y otros funcionarios calcularon mal el grado de magnitud y daños que dejó el sismo. Del mismo modo declinaron ofertas de ayuda internacional. Eso retrasó el flujo de asistencia para áreas de desastre. Peor aún, el sistema de alerta de catástrofes de la Marina falló en advertir a la población de los posteriores tsunamis, lo que habría provocado que cientos de personas que sobrevivieron al sismo inicial no lo hayan hecho a las olas masivas que le siguieron. A una semana del desastre, la Marina despidió al jefe de la agencia a cargo de advertencias de tsunami. Serie de errores La cifra de muertos que ofreció el gobierno también resultó embarazosa para Bachelet. Después de que la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) anunció que el número total de fallecidos era de 802 personas, el Gobierno dio marcha atrás con esa estimación y dijo que personas desaparecidas que luego aparecieron con vida habían sido incluidas por error. Eso provocó un ataque indirecto de Piñera, quien se comprometió a modernizar por completo a la agencia estatal. Piñera, acabará con los veinte años en que la izquierda de Chile ha gobernado, cuando asuma el cargo esta semana. “Esto no va a ser bueno para Bachelet. Va a pagar un alto costo político”, dijo Patricio Navia, un politólogo de la Universidad de Nueva York y de la Universidad Diego Portales de Santiago. “Y aunque su Gobierno no fuera (…) malo, la gente va a recordar los últimos días”, agregó. “Ella estaba coqueteando con la idea de que quizás regresaría en el 2013. Ahora, después de esto, es más difícil. Ahora todo depende de cómo gobierne Piñera”, opinó. Analistas dicen que la controversia alrededor del sismo probablemente ayude a Piñera debido a que rivales en el Congreso podrían sentirse obligados a respaldar una legislación para ayudar a la reconstrucción. El desastre también le serviría de coartada si fracasa en cumplir promesas electorales. Antes del sismo, Piñera había prometido elevar el crecimiento económico promedio al 6 por ciento y crear 1 millón de empleos. El sismo está previsto que recorte desde 1 a 2 puntos porcentuales las previsiones originales para el crecimiento del 2010 de cerca del 5 por ciento. Bachelet, de 58 años, reconoció que el esfuerzo de rescate no fue tan bueno como debería. Pero también defendió fuertemente al Gobierno, diciendo que se movió rápidamente para rectificar errores. Hizo un emotivo llamado a los chilenos para que se unan al esfuerzo de socorro y se quebró su voz en una entrevista de radio en vivo mientras llamaba a la población a unirse y a dejar de señalar con el dedo. Luchó contra las lágrimas otra vez el sábado luego de una maratón televisiva benéfica en la que participaron personalmente y vía telefónica estrellas de la música pop latinoamericana como los colombianos Juanes y Shakira. El evento logró recaudar 30 mil millones de pesos chilenos(59 millones de dólares) en ayuda para los sobrevivientes del sismo. “Siento dentro de la tristeza de lo que ha pasado, que somos espectaculares como país”, dijo. “A veces puede haber gente que se puede equivocar, pero la verdad es que cuando es necesario estar donde hay que estar, estamos. Yo creo que eso lo llena a uno de alegría”, agregó. Después de un comienzo difícil debido a las protestas de estudiantes en el inicio de su presidencia, Bachelet se ganó a la gente con un enfoque pragmático, de estilo amigable y constante crecimiento económico en uno de los países más desarrollados de la región. Bachelet visitó la zona del sismo para hacer lo que hace mejor: conectarse con franqueza con la gente y comprometerse a cumplir con sus necesidades lo mejor que pueda sin hacer falsas promesas. Mañana jueves termina su mandato, puesto que es la toma de posesión del presidente electo Sebastián Piñera, quien por los próximos cuatro años tomará las riendas del país.