PEKIN/SHANGHAI- Después de dos meses de negociaciones, Google cerró su portal en la China continental y comenzó a redirigir las búsquedas a un sitio no censurado con sede en Hong Kong, desencadenando la irritación de Pekín y generando inquietud sobre el futuro del negocio del gigante de Internet en el país. China perdió poco tiempo en advertir a Google que su rechazo de la autocensura molesta al Gobierno de un sólo partido, reacio a ceder el control sobre el uso doméstico de Internet con 384 millones de usuarios en China. No obstante, aquellos cibernautas que eran redirigidos al sitio de Google en Hong Kong, Google.com.hk, aún no tenían acceso a páginas sensibles, porque el firewall del Gobierno chino continúa filtrando todo el contenido que llega a la China continental. La empresa anunció ayer que pretende continuar su trabajo de investigación y desarrollo en el país asiático, y mantener su personal de ventas allí. Pero es posible que la compañía sea vigilada de cerca por funcionarios, posiblemente sensibles tras meses de fricción con Washington. Google ya había conmocionado al mundo y la comunidad empresarial en enero cuando anunció que podría marcharse de China por la censura y tras sufrir un sofisticado ciberataque (“hackers”) que afirmó procedía del país asiático. La decisión fue tomada en medio del incremento en las tensiones entre Pekín y Washington por una serie de temas, desde la libertad en internet a la tasa de cambio del yuan, sanciones económicas contra Irán y la venta de armas de Estados Unidos a Taiwán. “Google ha violado la promesa escrita que hizo al ingresar al mercado chino”, declaró un funcionario anónimo de la Oficina de Información del Consejo Estatal de China, que ayuda a supervisar las reglas de internet, de acuerdo a la agencia de noticias Xinhua. “(La firma) esta totalmente equivocada en detener el filtrado de su proveedor de búsquedas”, indicó el funcionario. “No oponemos firmemente a politizar temas comerciales, y expresamos nuestro descontento y molestia a las irracionales acusaciones y prácticas de Google Inc”, explicó el funcionario. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang, aseguró el martes que la medida de Google fue un acto aislado de una compañía comercial, y que los departamentos relevantes del Gobierno se harían cargo del caso. “El incidente de Google es un acto individual de una compañía comercial, no veo que vaya a tener ningún impacto en las relaciones entre China y Estados Unidos, a menos que se quiera politizar”, agregó Qin. Quizá la respuesta a las determinaciones de Google en suelo chino se deban a algo más concreto, más terreno, que la lucha contra la censura. En su edición digital, el periódico español El País, explica sobre la situación que “Google desembarcó en China en 2005 y lanzó su buscador en enero del año siguiente. Después de más de cuatro años de censura, la empresa deja China con un digno 30% de cuota en el mercado de los buscadores locales, frente al 59% del líder, Baidu.cn, según la consultora Experian Hitwise. Un reciente análisis de JP Morgan auguraba unos ingresos anuales para Google en China cercanos a los 600 millones de dólares (440 millones de euros), una cifra ínfima comparada con los 23.000 millones de dólares (16.000 millones de euros) de ingresos de sus negocios globales en 2009”. Por tanto, pudiera ser que $600 millones de dólares no sea suficiente negocio para Google, al menos por el momento. Ya que no podemos obviar que además los 384 millones de usuarios de Internet que actualmente existen en China pueden crecer de una manera exponencial verdaderamente rápida.