MOSCU- Explosiones perpetradas por dos mujeres suicidas provocaron este lunes la muerte de al menos 38 personas, en dos atentados con bombas que hicieron estallar en estaciones del metro de Moscú, durante la hora de máximo tráfico de pasajeros, informaron autoridades rusas. Se trata del peor ataque en la capital rusa en seis años. El primer ministro ruso, Vladimir Putin, declaró que los “terroristas serán destruidos”. La cifra de muertos por ambas explosiones, que hasta el momento es de 38, las convierte en los peores ataques que sufre Moscú desde febrero del 2004, cuando un suicida con bomba mató al menos a 39 personas e hirió a unas 100 en una estación de metro. Los separatistas chechenos fueron responsabilizados por ese atentado. El jefe del servicio federal de seguridad (FSB) Alexander Bortnikov explicó que las bombas estaba rellenas con tornillos y trozos de hierro. Vinculó los ataques a las disputas en el Cáucaso Norte en donde una creciente insurgencia islámica ha amenazado con atacar blancos en ciudades rusas y objetivos económicos. Funcionarios esperan que la cifra de fallecidos aumente. “Es un crimen terrible en sus consecuencias y atroz en su forma”, indicó Putin, antes de interrumpir una visita a Siberia para enfrentarse con las réplicas del ataque. “Estoy seguro que los cuerpos de aplicación de la ley no ahorrarán esfuerzos para ubicar y castigar a los criminales. Los terroristas serán destruidos”, agregó Putin, al comienzo de una video conferencia con funcionarios de emergencia. La autoridad que rige la aviación civil rusa ordenó un incremento de la seguridad en aeropuertos por temor a más acciones de este tipo. Ningún grupo se atribuyó hasta ahora la responsabilidad por las explosiones, pero las sospechas posiblemente recaigan sobre organizaciones del Caúcaso del Norte, donde el Kremlin libra una batalla contra una creciente insurgencia islamista. Testigos describieron escenas de pánico en las dos estaciones y relataron que los pasajeros caían unos sobre otros en medio de una densa nube de polvo y humo mientras trataban de escapar. Al menos 65 personas resultaron heridas. La primera de las explosiones ocurrió en el segundo vagón de un tren que arribaba a las 7:56 a.m. hora local, a la céntrica estación Lubyanka, ubicada justo debajo del cuartel central del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, agencia que reemplazó a la antigua KGB. Hasta el momento las autoridades indicaron que 24 personas murieron en ese lugar. La otra explosión destrozó el segundo vagón de un tren detenido en la estación de metro Park Kultury unos 40 minutos más tarde que la primera, provocando 14 muertes más. “Dos mujeres terroristas suicidas con bombas llevaron a cabo estas demoliciones”, aseguró a periodistas el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, en la estación de metro Park Kultury. Fiscales moscovitas dijeron que habían abierto una “investigación por terrorismo” luego de que expertos forenses hallaron los restos de una suicida mujer. “Yo estaba en el medio del tren cuando en alguna parte del primero o segundo vagón hubo una fuerte explosión. Sentí las vibraciones reverberando en mi cuerpo”, declaró un hombre que viajaba en el tren que sufrió la explosión en Park Kultury a la agencia de noticias RIA. Imágenes de las cámaras de vigilancia publicadas en Internet mostraban los cuerpos de varias personas recostados en el suelo de la estación Lubyanka y a socorristas asistencia médica. El presidente Dmitry Medvedev hará una declaración al país más tarde, informó a Reuters una fuente del Kremlin. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó los ataques suicidas en Moscú. “El pueblo de Estados Unidos está junto al pueblo de Rusia para oponerse al extremismo violento y a los ataques terroristas atroces que demuestran tal desprecio de la vida humana y condenamos estos actos intolerables”, declaró Obama mediante un comunicado. Putin fortaleció su poder en 1999 al lanzar una exitosa guerra para derrocar a grupos separatistas en la capital de Chechenia, Grozny. Los líderes rusos temen que la pérdida de control en la región pueda desestabilizar otras áreas en una amplia zona poniendo en peligro las rutas de tránsito de energía. Tras los ataques, a las 7:22 a.m., hora local, el rublo bajaba 7 kopecks frente a una canasta de euros y dólares, a 34,20, tras descender a su menor nivel desde el 10 de marzo de 34,43 en la apertura del mercado, según datos de Reuters. Los mercados accionarios rusos, sin embargo, reaccionaron casi impávidos a la noticia, incluso subiendo levemente en las primeras horas de transacciones.