Científicos japoneses y norteamericanos descubren cómo los murciélagos se las arreglan para volar a alta velocidad usando la eco-localización. Éstos varían levemente la frecuencia de las ondas que emiten para diferenciar unos ecos de otros y crear una imagen mental precisa del ambiente que los rodea. Los murciélagos insectívoros son mamíferos voladores muy beneficiosos al medio ambiente ya que son los únicos animales que cazan insectos nocturnos mientras vuelan. Un sólo murciélago puede comerse cientos de mosquitos, mariposillas y cucarachas voladoras en una hora, lo que quiere decir menos insectos molestándonos a nosotros o afectando la agricultura. El científico Armando Rodríguez Durán de la Universidad Interamericana en Bayamón es un estudioso de los murciélagos en Puerto Rico. Él indica que en Puerto Rico hay trece especies de murciélagos nativos. Estos mamíferos son los únicos que quedan que son originarios de la Isla. El resto de los mamíferos pequeños que vemos por ahí, ya sean ratas, ratones o mangostas, fueron importados desde Europa. Una característica interesante de los murciélagos es que, al ser cazadores nocturnos, encuentran su presa y evitan chocar con árboles y otros obstáculos en casi total oscuridad. Resulta que la mayoría de los murciélagos usan la eco-localización, una técnica en la que el murciélago emite sonidos de alta frecuencia y analiza de dónde rebotan los ecos y de dónde no. El murciélago puede entonces crear un mapa mental basado en cuánto tardan los ecos en regresar desde diferentes direcciones. Aunque los científicos saben de la eco-localización de los murciélagos y la aplicaron en la creación de radares, no se sabía a certeza cómo los murciélagos evitan confundirse al recibir múltiples ecos desde una variedad de direcciones. Afortunadamente, una colaboración entre científicos norteamericanos y japoneses en un proyecto de investigación logró descubrir el truco de los murciélagos para volar a alta velocidad mientras usan la eco-localización. Para completar su experimento los científicos filmaron con cámaras de alta velocidad a los murciélagos mientras volaban en la naturaleza y en un espacio con obstáculos creados por los científicos. Otra fuente de información incluyó unos pequeñísimos micrófonos que les colocaron en la cabeza a los murciélagos para grabar los sonidos que emitían y los ecos que recibían. Los científicos notaron que los murciélagos están inmersos en una cantidad tremenda de sonidos. Para diferenciar entre estos sonidos, los murciélagos cambian levemente la frecuencia de cada uno de los sonidos que producen. Éstos recuerdan cuándo emitieron qué frecuencia, logrando crear una imagen mental de lo que les rodea que es renovada decenas de veces por segundo. Este descubrimiento es importante ya que puede ayudar a los científicos a crear mejores radares al integrar cambios leves en la frecuencia emitidas y el análisis de los ecos. Es posible que esta nueva tecnología puede evitar las imágenes fantasma en el radar, es decir, objetos que aparecen en pantalla pero que no estan ahí en realidad. Para más información, puede visitar: www.cienciapr.org