NOTA al Lector: Republicamos esta historia en honor al escritor José Saramago, que murió este viernes en su casa en Lanzarote. Celebramos su vida, su obra…
12/septiembre/2009.
¿Y si las historias para niños fueran de lectura obligatoria para los adultos? ¿Seríamos realmente capaces de aprender lo que desde hace tanto tiempo venimos enseñando? -José Saramago
Los cuentos para niños tienen moralejas que cuando crecemos nos resultan tan “sencillas” e inverosímiles que es mejor ignorarlas. “La flor más grande del mundo” es un relato para todos, aunque originalmente le fue encomendado a José Saramago que lo escribiera para niños, esto en la década de 1970. El escritor portugués plantó la semilla con sus palabras, y se cosechó la reflexión. El Premio Nobel de la Literatura en 1998 expone en su cuento-con relativa modestia- que ojalá supiera componer historias para niños e invita a sus lectores pueriles o crecidos a que planten su propia flor más grande del mundo.
Con su inventiva, transforma este texto en uno participativo, no se coloca como amo de la verdad, pide incluso disculpas por su “incapacidad” para juntar letras para esos seres con menos años. Al final de su creación sostiene que posiblemente “tú harás esta historia más bonita” que lo que él pudo hacerla.
Quizás haciendo eco de la invitación, el joven cineasta español Juan Pablo Etcheverry en el 2006 se dio a la tarea de llevar a la pantalla las oraciones de este relato en un corto animado que nos motiva a repensar “lo importante”. Con la voz de Saramago se nos habla de solidaridad y belleza en un contexto donde parece que ambos términos están seriamente amenazados. Este trabajo audiovisual realizado en 2D y 3D ganó el primer premio del Festival de Cine Ecológico de Tenerife en mayo de 2009, y manifiesta una potente calidad artística, una banda sonora original bien lograda y una poética impresionante. ¡Disfrútenlo!