Existe un chiste que el guionista español Rafael Azcona gustaba repetir. Es bastante malo, por cierto. Se encuentran dos cabras en un basurero y una come el negativo de una película. Cuando termina, la otra cabra le pregunta: ¿te gustó? A lo que la cabra le responde: sí, pero me gustó más el libro. La poca risa que da este chiste nos sirve, sin embargo, para tener una idea de lo complejo que resulta adaptar una novela o cualquier libro a la pantalla grande. Y es que son dos lenguajes diametralmente opuestos. El que un libro adaptado al cine tenga buena recepción, depende mucho de la habilidad del guionista, así como del director y qué recursos se elijen y cuáles se descartan. Después de la mala impresión que causó la adaptación de la novela “El amor en los tiempos del cólera”, del Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, ahora aparece una nueva adaptación de otra de sus novelas: “Del amor y otros demonios”. El filme fue mostrado hace apenas dos días en el marco del Festival Internacional de Cine en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias en su quincuagésima edición. La directora costarricense Hilda Hidalgo, dijo sentirse emocionada por la muestra de su ópera prima en el festival. Pese a no estar compitiendo, toda la prensa especializada posó sus ojos en el filme de la tica. La cinta, según su directora, es la historia de Sierva María, una niña de 13 años que vive en la Cartagena colonial que "quiere saber a qué saben los besos", y el haber sido criada por negros esclavos, pese a ser hija de marqueses, le da un universo distinto en su relación con su sensualidad. Sierva María es mordida por un perro rabioso y como en esa época la rabia era considerada como una posesión demoníaca, es internada en un convento para que sea exorcizada. Para sacar el demonio es asignado Cayetano de Laura, un cura español relativamente joven, para que salve el alma de la niña de su supuesta posesión. Hidalgo afirma que el tema principal es el amor que nace entre ellos siendo dos seres tan diferentes: un cura que quiere entender el universo desde la razón y la fe, pero que no se ha explorado a sí mismo en las áreas de la sensualidad y el deseo, y una niña que ha vivido todo el tema de la sensualidad desde el universo de la africanidad. En un artículo de la Revista Ñ del diario El Clarín, la directora admitió: "Sé que puede haber reacciones adversas y sé que puede haber reacciones de apasionamiento a favor de la película, es decir, puede pasar cualquier cosa, pero toda esa retroalimentación siempre va a ser interesante". Sería iluso esperar que la película abarque entero el libro, o más aún, que lo supere. Hay que esperar que se estrene la Isla, para vernos como las cabras y ver qué nos parece el filme.