¿Quién lo iba a imaginar? El domingo en la madrugada me encontraba comiendo y charlando con unas amistades en el restaurante El Taquito en Isla Verde. Esto sin sospechar que 24 horas después se desataría en ese lugar un tiroteo que daría paso a la tercera masacre del año.
Y es que la criminalidad y la violencia no dejan de tocar a la puerta de nuestra sociedad a cada instante con más fuerza. ¿Cuántos no han estado en el lugar equivocado al mismo tiempo que otras personas sin si siquiera imaginar en qué líos andan metidos? La función tuvo lugar ayer en la madrugada tomando por escenario el restaurante El Taquito y a sus comensales de espectadores.
El lugar se encontraba repleto cuando –de la nada– irrumpieron los disparos que cobraron la vida de tres personas dejando una mujer inocente herida, quien se encuentra en condición estable. La Policía identificó a las tres víctimas, residentes del municipio de Cataño, como Juan D. Pagán López, de 20 años, Camilo E. Ruiz Concepción, de 23 años, y Jayson Rivera Rivera, de 25, de los cuales dos portaban armas sin tener licencia. Un cuarto joven, que se cree es el dueño del Scion en el que llegaron al restaurante, escapó ileso y llegó a Cataño, donde fue contactado por agentes del CIC de Carolina, que lo interrogaban. Juan Torres Torres, comandante de investigaciones criminales de la región policíaca de Carolina dijo que esto no fue un tiroteo al azar, sino que se elegieron las víctimas con premeditación y entrando al establecimiento se les acercaron para dispararles casi a quemarropa.
Torres agregó que Ruiz Concepción y Pagán López habían sido arrestados en febrero de este año por asuntos relacionados a la venta y distribución de drogas y se presume que Ruiz Concepción era gatillero y protegía a los otros jóvenes. Por su parte, Heriberto Nazario, gerente general de El Taquito dijo que su negocio es uno familiar y que lo ocurrido pudo haber tenido lugar en cualquier establecimiento del área.
Asimismo, señaló que, puesto a que vivimos en una "guerra criminal", situaciones como ésta ocurren incluso a la luz del día por personas del bajo mundo que ya lo tienen todo en agenda. “Las reglas no escritas del crimen organizado han cambiado y me parece que con el Estado está pasando lo mismo. Estamos ante una crisis del valor de la vida, tanto por parte del gobierno como del crimen organizado, y la guerra contra el crimen lo que hace es estimular la violencia y el ajuste de cuentas. Hay que cambiar la imagen de cómo se ataca el narcotráfico”, dijo a El Nuevo Día, Michael González, profesor de criminología en la Universidad de Puerto Rico (UPR), recinto de Mayagüez. Cabe señalar que el área turistíca de Isla Verde, donde ocurrió esta masacre, se ha prestado en el pasado para sucesos violentos similares.
Conforme al archivo de El Nuevo Día, cinco crímenes violentos se reportaron entre 1997 y 2004, específicamente en la intersección entre la calle Rodríguez Emma y la avenida Isla Verde, donde está ubicado El Taquito. Los oficiales expusieron que la zona es usualmente vigilada y que, de hecho, ayer había tres patrullas frente al negocio antes del crimen. No obstante, recibieron una llamada que reportaba el vandalismo de un vehículo cerca de allí y se trasladaron a investigar. Fue en ese lapso de tiempo cuando individuos abrieron fuego en el restaurante.
La situación amerita cavilar en que la criminalidad está presente en cuantiosos rincones de la Isla, tal vez en más de los que muchos sospechan. Incluso, la criminalidad y la violencia ya han perforado fronteras al manifestarse en lugares donde sólo se busca disfrutar de un rato en camaradería sin imaginar que se puede pescar también la muerte.