
El teléfono celular es un objeto de comunicación que pasa de moda con rapidez ante los grandes avances tecnológicos. Ese aparato parlanchín que muchas veces te saca de apuros y te permite mantenerte comunicado con los tuyos, podría tener una doble función en su vida el día que te canses de él y decidas cambiarlo por otro más avanzado. Y es que sus componentes han resultado ser reusables en un índice mayor al 90%, entre los cuales se encuentra un 58% de plástico en el aparato celular, un 17% de vidrio y una cuarta parte de variados metales tales como hierro, cobre, plata y algunos miligramos de oro. Imagínense el valor metálico que podrían tener al menos 100 celulares juntos. Sin embargo, incurrir en el reciclaje de estos aparatos electrónicos podría reducir la contaminación mundial ya que la mayoría de las sustancias persistentes y contaminantes se encuentran en el panel alambrado y en su pantalla de cristal líquido. Según publicó el diario español El País, en el mundo existen 3,000 millones de usuarios de móvil. Si todos ellos reciclaran un sólo aparato, se ahorrarían 240 mil toneladas de materias primas. De esta manera se reduciría la emisión de gases de efecto invernadero en la misma medida que si cuatro millones de coches dejaran de circular por nuestras calles. Esto se debe a que muchos de estos aparatos electrónicos poseen metales tóxicos en pequeñas cantidades que podrían provocar cáncer o enfermedades neurológicas en los organismos vivos, máxime cuando la composición de las baterías es el factor más preocupante cuando no se recicla adecuadamente. Y es que al contener elementos como el cadmio o el metal hidruro podría contaminar el agua de los ríos y otros recursos naturales. Ante esta situación, varios países a nivel mundial, como Argentina, España, China, Estados Unidos, entre otros; han desarrollado iniciativas para despertar la conciencia de los usuarios de telefonía celular y lograr que decidan reciclar aquellos aparatos que ya no les parecen atractivo. Por lo que la Isla del Encanto no es la excepción. El portal electrónico de la Autoridad de Desperdicios Sólidos del Estado Libre Asociado de Puerto Rico (ADS), estima que en Puerto Rico hay 1.8 millones de celulares activados, lo que representa una proporción de un celular por cada dos personas. Por otro lado, los celulares han mostrado una tendencia constante a una disminución en el tamaño y peso provocando su sustitución en aproximadamente 18 meses, estén o no funcionando. El ADS ha indicado que de los restos de celulares se podría elaborar una amplia variedad de plásticos. Además, indicó que los componentes como el paladio, el oro y la plata han sido utilizados para la fabricación de joyas y artículos electrónicos. A su vez, el reciclaje de las baterías permite recuperar el níquel, cobre, hierro, aluminio y cobalto los cuales son utilizados en la manufactura de baterías nuevas y acero inoxidable, entre otros. Y es que el resultado del proceso de reciclaje de celulares es utilizado como materia prima para la industria de la electrónica, lo cual contribuye beneficiosamente al ahorro de los recursos naturales, la conservación del ambiente y la protección de la Salud pública. A raíz de esta situación tan crítica para el ambiente, varias compañías de celulares en la Isla han creado campañas para concientizar a los usuarios de celulares para que opten por reciclar los aparatos habladores que han echado al olvido. Entre las compañías que se han comprometido con el ambiente para llevar a una mejor vida a los teléfonos móviles se encuentran Open Mobile, Centennial, Wal-Mart en conjunto a Verizon Wireless, entre otras que esperan impacientes la visita de sus clientes para desechar sus reliquias móviles. Por otro lado, la Cámara de Representantes de Puerto Rico radicó un proyecto de ley (P. de la C.2) en enero de este año para establecer la Ley de Reciclaje y Disposición de Equipos Electrónicos de Puerto Rico, con el fin de adoptar una política pública sobre el manejo seguro y ambientalmente sostenible de los equipos y componentes electrónicos y así poder conservar los recursos naturales puertorriqueños. De esta manera no sólo existirían los centros de reciclaje comunes, sino que además habría disponibles otros centros especializados en el recogido y reciclaje de celulares y demás equipos electrónicos los cuales tardan años en descomponerse y afectan considerablemente al ambiente. Así que ya puedes salir de tu celular viejo responsablemente y convertirlo en un producto reusable para contribuir con nuestro amigo el ambiente y evitar que estos equipos lleguen a los vertederos y tengan una vida eterna y perjudicial.