El miércoles 7 de abril se sumó un nuevo caso de pedofilia entre las filas de la Iglesia Católica. El ex obispo de Trondheim, Noruega, Georg Mueller, admitió haber abusado de un menor miembro del coro. El religioso dimitió sorpresivamente en junio de 2009 en un sermón por supuestos problemas de cooperación con su congregación. Este caso se suma a la larga lista de abusos sexuales de menores denunciados dentro de la institución eclesiástica en países como Alemania, Irlanda, Estados Unidos, México, Austria o incluso en España. Este fenómeno pareciera haber estallado luego del reciente escándalo suscitado en Irlanda, tras la revelación de que por más de una década, la maquinaria administrativa de la Iglesia ha encubierto miles de casos de pedofilia por parte de sus sacerdotes. Pero la verdad es que las denuncias e historias sobre el incumplimiento del voto de castidad por parte de los miembros de la Iglesia Católica son tan antiguas como lo es el celibato eclesiástico (tomando en cuenta no sólo el abuso de menores sino también la existencia de concubinas, amantes y progenie). El celibato teórico Este celibato fue hecho norma de la Iglesia en el Concilio de Letrán I en el Siglo XII. A partir de este decreto del Papa Calixto II, los sacerdotes no pueden casarse ni sostener relaciones sexuales. Pero desde entonces, esta norma ha sido casi un mito. Son muchos los registros históricos que comprueban que por siglos, los miembros de la Iglesia Católica han incumplido esta reglamentación, incluyendo Papas como Alejandro VI, Pío IV o Gregorio XIII. Peor aún, esta normativa se ha incumplido muchas veces por medio de actos tan viles como el abuso de mujeres o la pedofilia. En el libro Votos de castidad escrito por Alessandra Ciattini, Elio Masferrer, Jorge Ederly, Marcos Hernández Duarte y Jorge René González Marmolejo, de la editorial Grijalbo se puede leer la frase: “en la época colonial y hasta nuestros días, el celibato sacerdotal obligatorio en la Iglesia Católica de América Latina es, en general, un mito, y en la práctica siempre ha sido opcional, por lo que es evidente el abismo entre lo que dicta el Derecho Canónico sobre el voto de castidad y la vida sexual del clero”. En este mismo libro se citan varios casos como por ejemplo el del jesuita Gaspar de Villarías. El proceso judicial de este cura en México, a principios del siglo XVII, causó un escándalo de proporciones insospechadas pues había abusado de 97 mujeres, incluso dentro de su parroquia y muchas veces en el propio confesionario. En varias de esas ocasiones contó con la aceptación, influenciada o no por la autoridad que le daba su condición, de las mujeres que llegaban hasta él. Entre los casos más contemporáneos resaltan el del Padre Marcial Maciel, sacerdote mexicano fundador del Regnum Christi (asociación seglar) y de la congregación católica romana Legión de Cristo, una de las más poderosas congregaciones católicas de México y Latino América. En 1997 se le acusó de pederasta por lo que en el 2004 abandonó su puesto en la Legión de Cristo. El, para ese entonces, Cardenal y prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger; permitió continuar la investigación canónica contra él, pero cuando el Cardenal fue electo como el Papa Benedicto XVI en el 2005, anunció el cierre de la investigación a Maciel debido a su avanzada edad y quebrantada salud fuertemente afectada por su adicción al narcótico Demerol. En 2010, dos años después de la muerte del sacerdote, la Legión de Cristo reconoció los hijos y los actos pederastas de Maciel desconectándose de los actos de su fundador. Javier Bravo, vocero de los Legionarios de Cristo en México, aclaró que “no nos toca a nosotros juzgar la vida del padre Maciel”. Cabe destacar que Maciel conoció al Papa Pío XII quién acogió con interés el proyecto apostólico y educativo del Regnum Christi por lo que en 1950 se fundó el Centro de Estudios Superiores de la Legión de Cristo en Roma. De igual modo, el Papa Pablo VI concedió a la organización en 1965 el “decreto de alabanza”, con el que quedaba reconocida en el derecho universal de la Iglesia Católica. Maciel fue gran amigo del Papa Juan Pablo II, a quien acompañó en los viajes que realizó a México en 1979, 1990 y 1993. Según Carlos Machado, uno de los más fuertes detractores del fundador de la Legión de Cristo, esta amistad fue la razón por la que los informes del obispo mexicano Carlos Talavera y los testimonios del padre Alberto Athié, uno de los abusados por Maciel cuando era seminarista, nunca llamaron la atención completamente de Ratzinger. Pero estos casos no ocurren solamente en México. Según la revista brasileña “Istoé”, el Papa Benedicto XVI envió en septiembre de 2005 a Brasil una comisión para investigar acusaciones que ya se estaban multiplicando demasiado. La misma se encontró con una decena de sacerdotes condenados por abuso sexual, cuarenta fugitivos y alrededor de 200 enviados por la Iglesia brasileña a centros de atención psicológica para que sean “reeducados”. En los Estados Unidos hay infinidad de casos, pero dos de los más resaltantes son el del Padre John Geo-ghan acusado en más de 130 casos de abusos en niños y adolecentes, uno de los cuales tenía solo 4 años; o el del Padre James Porter, el cual abusó de más de 100 niños. En el 2007, la arquidiócesis de Los Ángeles pagó 660 millones de dólares a 508 víctimas abusadas por varios sacerdotes. También en este país en 1996, un sacerdote, Lawrence Murphy, fue acusado de haber abusado de 200 niños sordos en el estado de Wisconsin, pero el Vaticano se negó a destituirlo porque también, como Maciel, este cura enfrentaba una enfermedad. Esta decisión de no reprender al religioso se le atribuye al hoy Sumo Pontífice, Benedicto XVI, cuando era Cardenal. Las disculpas del Vicario de Cristo La cabeza de la Iglesia Católica, Benedicto XVI, ha expresado públicamente su pesar por los eventos ocurridos en Irlanda y ha pedido disculpas a las víctimas. Pero hay quienes ven esta postura como insuficiente e incluso hipócrita. El programa Panorama del canal BBC de Londres presentó en 2006 un documental de 38 minutos, en donde se acusa actual Sumo Pontífice, de haber sido el encargado, cuando era cardenal, de que se cumplieran las directivas de un informe escrito por la iglesia en 1962, titulado en latín Crimen Sollicitationis, en el que se insta a los sacerdotes y a sus víctimas a mantener en secreto los casos de pederastía. Según el padre Tom Doyle, ex abogado de la iglesia, que fue despedido del Vaticano por criticar la forma en que la institucion trataba los casos de pederastía: “Se trata de una política escrita y explícita para cubrir casos de abusos de menores dentro de la Iglesia”. La cantante-protesta irlandesa Sinead O´Connor, famosa por su belleza, su talento y sus controvertibles comentarios en contra de la Iglesia Católica, incluyendo la vez en la que rompió una fotografía del Papa Juan Pablo II frente a las cámaras de un programa de televisión; escribió un artículo de opinión en relación con la carta del Papa, en la que dice: “Para muchos irlandeses, esa carta del Papa es un insulto no sólo a nuestra inteligencia, sino a nuestra fe y a nuestro país. Para entender por qué, hay que tener en cuenta que los irlandeses hemos sufrido una variante brutal del catolicismo basada en la humillación de los niños”. Más adelante añade: “todavía en 2007, el 98% de los colegios irlandeses estaba en manos de la Iglesia Católica. Pero los colegios para niños difíciles han estado siempre plagados de castigos corporales salvajes, maltratos psicológicos y abusos sexuales. En octubre de 2005, un informe encargado por el Gobierno identificó más de 100 acusaciones de abusos sexuales cometidos por sacerdotes entre 1962 y 2002 en Ferns, un pueblo a unos 100 kilómetros al sur de Dublín. La policía no investigó a los sacerdotes acusados; se dijo que padecían un problema “moral”. En 2009, un informe similar involucró a los arzobispos de Dublín en la ocultación de varios escándalos de abusos sexuales entre 1975 y 2004. ¿Por qué se toleraba esa conducta criminal? Según el informe de 2009, el ‘importantísimo papel que ha desempeñado la Iglesia en la vida irlandesa es el motivo por el que se consintió que no se pusiera fin a los abusos cometidos por una minoría de sus miembros’”, añadió O’Connor. La cantante irlandesa considera que Benedicto XVI es hipócrita al desligar al Vaticano de toda responsabilidad sobre los casos de pedofilia, haciendo alusión al documento del que habla el programa de la BBC: “la carta de infausta memoria que envió Benedicto en 2001 a los obispos de todo el mundo les ordenaba guardar secreto sobre las acusaciones de abusos sexuales so pena de excomunión, es decir, actualizaba una perniciosa política de la Iglesia, expresada en un documento de 1962, que establecía que tanto los sacerdotes acusados de delitos sexuales como sus víctimas debían ‘observar el más estricto secreto’ y ‘atenerse a un silencio eterno’”. ”Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” La Iglesia Católica es una de las tres religiones más numerosas del mundo y es la rama del cristianismo con mayor número de seguidores. Al igual que las demás sectas cristianas, afirma ser la verdadera Iglesia fundada por Jesucristo y por tanto, tiene dogmas como la infalibilidad pontificia que estipula que el Papa no puede errar. Muchos teólogos y estudiosos ven que estos casos de pedofilia y la traición cometida por los sacerdotes a la confianza que sus feligreses habían depositado en ellos, podría generar un decaimiento en el número de seguidores católicos o incluso una vacilación en la fe que tienen estos en Dios. Los dirigentes de otras iglesias cristianas señalan estos hechos como la prueba de lo errada que está la Iglesia Católica y aprovechan este momento para convertir nuevos adeptos. El arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia de Inglaterra (protestante), Rowan Williams, acusó a la Iglesia Católica en Irlanda de haber perdido “toda credibilidad” por su gestión de los casos de abusos a menores cometidos por el clero en la isla británica. “Hablaba recientemente con un amigo irlandés que me dijo que es bastante difícil en algunos lugares de Irlanda pasearse por la calle con alzacuellos”, declaró al espacio “Start the week” de la radio local. Al ser la Iglesia Católica irlandesa “una institución tan profundamente ligada a la vida de la sociedad, perder de repente toda la credibilidad… eso no es sólo un problema para la Iglesia, es un problema para todo el mundo en Irlanda”, sostuvo el primado protestante. Otros feligreses, sin embargo, entienden que las instituciones humanas, entre las que se encuentra cualquier Iglesia, son anómalas debida a la imperfección humana y por lo tanto no están exentas de cometer errores. Para estos creyentes, los fallos de los sacerdotes no tambalea su fe en Dios. La Iglesia Católica sin embargo, continúa tratando de ocultar el sol con el dedo de la estatua de San Pedro en el Vaticano. Duros tiempos vienen para la congregación que sigue al Vicario de Cristo.