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“I believe in music the way some people believe in fairy tales”. – August Rush. El Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela es un proyecto que empezó en 1975 y que de la mano del maestro José Antonio Abreu, con el lema de “Tocar y Luchar” y mediante la instrucción de música, no sólo ha graduado a más de un millón de instrumentistas y músicos, sino que cumple una función social educativa que rescata a la infancia y la juventud de la criminalidad, la drogadicción y la pobreza física e intelectual común en los barrios pobres, de donde proviene la gran mayoría de los integrantes del programa. Algunos de los fenómenos musicales de renombre que han surgido de este programa son el joven director Gustavo Dudamel quien ha estado a la batuta de orquestas tan célebres como las filarmónicas de Filadelfia e Israel, las sinfónicas de Gotemburgo, Chicago y de la Ciudad de Birmingham, entre muchas otras; o el contrabajista Edicson Ruiz, quien a los 17 años pasó a ser el miembro más joven en ser admitido por la Orquesta Filarmónica de Berlín. Este proyecto, que consta de la entrega gratuita de instrumentos, la familiarización de los niños y jóvenes con la música clásica, la instrucción, la promoción y exposición de estos nuevos talentos; se ha comenzado a reproducir en todo el mundo en más de 29 países como Brasil, Colombia, China, Cuba, Alemania, Guatemala, Haití, Perú, España, India, Canadá, Estados Unidos y últimamente Inglaterra. Julian Lloyd Webber, uno de los mejores violonchelistas del mundo y hermano del afamado compositor de Broadway Andrew Lloyd Webber (The Phantom of the Opera, Jesuschrist Superstar) ha decidido emular el Sistema en Londres, bajo el nombre In Harmony (en armonía), luego de haber presenciado en persona un concierto de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, el escalafón más alto del sistema. Ya el proyecto ha comenzado a funcionar y los niños menos favorecidos económicamente de los barrios londinenses de Lambeth, Liverpool y Norwich ya han recibido instrumentos musicales de forma gratuita para poder comenzar sus estudios. La apuesta de Lloyd Webber, lejos de encontrar nuevos “Dudameles” o fenómenos musicales, es la de un aporte social que eleve la cultura y la calidad de vida. De igual forma, el violonchelista explica que tres generaciones de ingleses se han criado con un sistema educativo que no promueve de maneras alguna la formación musical. El temor de los organizadores de esta versión inglesa del Sistema es un recorte presupuestario por parte del gobierno británico. En Venezuela, el Estado aporta un 90 por ciento de los fondos del Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles, que es un aproximado de sesenta millones. Por lo pronto continúan esforzándose para poder cosechar frutos con el proyecto.